Todo nos encantó. El lugar es hermoso, la casa acogedora y completamente equipada. Las camas son cómodas y la ubicación es ideal. Disfrutar del atardecer desde la terraza es una maravilla, así como el pequeño jardín. Además, Josué, el anfitrión, es una persona muy amable, flexible y hospitalaria. Todo fue perfecto y, de volver, no dudaría en repetir.