Hemos estado unos días en agosto alojados en estos apartamentos mi marido, mis 3 hijos y yo.
Los apartamentos están muy limpios, y no les falta de detalle ni equipamiento. No obstante, si echas cualquier cosa a faltar, no tienes más que contactar con su dueña, Mari, que estará encantada de hacer tu estancia más cómoda si cabe.
El entorno en el que están situados también es precioso, y bastante asequible para los niños (los míos tienen 4 y 2 años, y un bebé de meses).
Tanto la dueña de los apartamentos como su marido son de 10, nos enseñaron la iglesia del pueblo, la ermita y nos recomendaron una ruta para cada día. No pudimos estar más encantados con ellos.
Sin lugar a dudas una experiencia para repetir.
Los apartamentos están muy limpios, y no les falta de detalle ni equipamiento. No obstante, si echas cualquier cosa a faltar, no tienes más que contactar con su dueña, Mari, que estará encantada de hacer tu estancia más cómoda si cabe.
El entorno en el que están situados también es precioso, y bastante asequible para los niños (los míos tienen 4 y 2 años, y un bebé de meses).
Tanto la dueña de los apartamentos como su marido son de 10, nos enseñaron la iglesia del pueblo, la ermita y nos recomendaron una ruta para cada día. No pudimos estar más encantados con ellos.
Sin lugar a dudas una experiencia para repetir.