Acabo de estar una semana en La Prida, y no es la primera ve que voy, intento ir al menos una vez al año.
Los apartamentos son amplios, decorados con gusto, cada año encuentro que ha cambiado algo, limpios y bien equipados.
El entorno es incomparable, un sitio tranquilo, llenos de rutas para pasear, los vecinos son encantadores y hay muchos sitios donde comer comida tradicional riquísima.
Sin duda un sitio para volver a disfrutar y desconectar.
Y por supuesto, admiten mascotas
Los apartamentos son amplios, decorados con gusto, cada año encuentro que ha cambiado algo, limpios y bien equipados.
El entorno es incomparable, un sitio tranquilo, llenos de rutas para pasear, los vecinos son encantadores y hay muchos sitios donde comer comida tradicional riquísima.
Sin duda un sitio para volver a disfrutar y desconectar.
Y por supuesto, admiten mascotas