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Casa Médico
Ocupando toda la planta baja del edificio principal, la llamada Casa del Médico es, en realidad, la espaciosa residencia de la antigua familia de hacendados. Desde sus dormitorios cuajados de finos detalles decorativos y constructivos, hasta sus salones de sencilla suntuosidad, la casa es, sin lugar a dudas, una joya de la arquitectura señorial de la comarca, en la que predominan fantásticos embaldosados y zócalos de azulejería sevillana del XIX, junto a las altas bóvedas de inspiración andaluza y portuguesa. Uno de sus salones, acristalado y con vistas al patio interior, sorprenderá a quienes se decidan por este deslumbrante alojamiento.

Dormitorios: 5
Camas: 2 matrimonio, 4 individuales, 1 litera, cunas opcionales.
m2: 230 aprox.
Con: Comedor. Salón con televisión. Amplia cocina con chimenea. Porche acristalado con ambiente de reunión. Calefacción eléctrica en todas las habitaciones. 1 Baño completo y cuarto de aseo. Patio interior.

En estas dependencias, situadas en el segundo piso, residió hasta hace poco Doña Carmen, quien le da nombre a este coqueto, espacioso, acogedor y espléndido apartamento, claro ejemplo de la arquitectura serrana más acomodada, en el que disfrutarás de la mejor azulejería sevillana del siglo XIX, junto a la amplitud de su salón y sus dormitorios, desde donde no faltan hermosas perspectivas tanto al patio interior como a la calle. En fin, un verdadero capricho a tu alcance.

Dormitorios: 2 (litera o cama supletoria.)
Camas: 2 individuales, 1 matrimonio, cuna opcional
m2: 120 aprox.
Con: Salón con televisión, cocina y comedor comparten un entorno que permite a todos disfrutar del fuego en la chimenea. Calefacción eléctrica en todas las habitaciones. Baño completo. Patio interior.

Anexa a la casa principal, la bodega era tradicionalmente el lugar donde, gracias a su constante temperatura, se conservaban los llamados avíos de la casa. Bajo sus hermosos arcos de ladrillo autóctono, tinajas para guardar el vino o el aceite, arcones donde reposaban las legumbres, saladeros para el tocino y las chacinas y banastas de frutas y hortalizas del tiempo, venían a conferir a estas dependencias un sabor y una atmósfera inconfundible. Gracias a una restauración tan sensible como eficaz, nada te costará encontrar algunos de estos elementos, datados en el siglo XVIII, que sin duda confieren a la casa un carácter propio e inolvidable.

Dormitorios: 2
Camas:2 individuales, 1 matrimonio, cuna opcional.
m2: 110 aprox.
Con: Salón-cocina. Calefacción eléctrica en todas las habitaciones. Baño completo. Patio interior.

Con sus suelos de antiquísimas baldosas de barro cocido y su terraza con sus dos magníficos arcos de inspiración italiana, esta casa, con hermosas vistas a la calle La Charneca, viene a glosar la mejor y más interesante arquitectura popular serrana, con sus cálidas habitaciones que aún conservan la atmósfera de sus anteriores habitantes, lo que sin duda sorprenderá gratamente a los amantes de lo auténtico. Perfectamente equipada, la casa te ofrece todas las comodidades para augurarte una estancia inolvidable.

Dormitorios: 2
Camas: 2 individuales, 1 matrimonio, cuna opcional
m2: 100 aprox.
Con: Salón-comedor. Cocina con chimenea. Calefacción eléctrica en todas las habitaciones. Baño completo. Buenas vistas.

Llamada así porque en su interior se conserva un enorme y antiquísimo horno exquisitamente restaurado, la casa, donde antaño se elaboraba no sólo el pan, sino también el jabón, las conservas y todos los productos que la casa necesitaba, ofrece hoy una ambientación sobria y cordial, con detalles memorables, que nos retrotraen a su rico y entrañable pasado. Una casa, en definitiva, concebida para hacerte llegar el sabor de otros tiempos, de otras gentes, de otras formas de vida. Perfectamente equipada para albergar a personas con minusvalías.

Dormitorios: 2
Camas: 2 individuales, 1 matrimonio, cuna opcional
m2: 75 aprox.
Con: Salón con televisión, cocina y comedor ofrecen un ambiente cálido junto a la chimenea. Calefacción eléctrica en todas las habitaciones. Baño completo. Patio interior.

El zarzo era la dependencia de la casa donde se solían pilar y secar las castañas. Hoy, y gracias a una excelente restauración, se ha venido a convertir en un alojamiento cálido y confortable que invita al sosiego y al descanso. Sus habitaciones, luminosas y abuhardilladas, ofrecen al vistante un espacio lleno de autenticidad, con el encanto añadido de unas coquetas vistas al patio interior, con sus arriates y su magnolio. Un alojamiento, en definitiva, concebido para la tranquilidad y el reposo.

Dormitorios: 2
Camas: 2 individuales, 1 matrimonio, cuna opcional
m2: 75 aprox.
Con: Salón, comedor y cocina, comparten en esta casa un amplio espacio en torno a la chimenea. Calefacción eléctrica en todas las habitaciones. Baño completo. Patio interior.