Tarifas de Caserío Montehermoso

Apartamento con SPA ecológico privado en el jardín, terraza con pérgola y chimenea de leña en el salón. Está distribuido en 2 habitaciones, baño y salón-comedor-cocina. Decorado con muebles y textiles cálidos.

Se ubica en la planta baja del Caserío Montehermoso. Es el apartamento más amplio de los tres y es el elegido por las parejas con niños y por los grupos de 4 amigos. Tiene un jardín exterior privado (alrededor de 50 m2) con un ófuro (bañera tradicional japonesa) donde disfrutar de una experiencia completa de relajación mediante un baño caliente o templado en cualquier época del año.

El jardín, de uso exclusivo para los huéspedes de este apartamento, está rodeado de plantas aromáticas, rosas y lilos. Sus vistas a los restos de un castillo del siglo XI lo convierten en un lugar muy especial. Es perfecto para leer al aire libre, echar la siesta sobre la hamaca balinesa y disfrutar de tiempo de calidad.

Este apartamento también está dotado de una zona de terraza en la parte delantera de la vivienda, a la que se accede por la valla de la entrada al caserío, y cuenta con una pérgola de madera cubierta con toldo, bajo la que descansan una mesa de madera, dos butacones de rafia y dos sillas plegables de madera y loneta blanca.

Cada apartamento o estudio lleva el nombre en euskera de un árbol autóctono. Pagoa (haya) es uno de nuestros árboles preferidos.

Estudio de 25 m2 con chimenea de leña para parejas. Está adaptado para personas con movilidad reducida. Se ha diseñado siguiendo el concepto de una suite de hotel, con la ventaja de que dispone de una cocina y de una chimenea de leña de diseño.

La chimenea, esmaltada blanca, está colocada en esquina, frente a la cama, y por su diseño, con las esquinas de cristal, permite contemplar el fuego tanto desde la cama como desde la mesa de comedor y la cocina.

Se ubica en la planta baja del caserío y está junto al apartamento Pagoa.

Delante de la entrada al estudio, una mesa de madera, un banco azul y dos sillas, enmarcadas por una alfombra de colores vivos, os dan la bienvenida y os invitan a sentaros y a conversar sin prisa. Una sombrilla protege la mesa del sol y una celosía de madera dan intimidad a este bonito espacio.

Además, tenéis un jardín para vosotros en frente del caserío.

El color que predomina en este estudio es el blanco (suelos, paredes y vigas de madera). El nombre del estudio, gorosti, es un homenaje al acebo, un árbol de gran valor ecológico ya que sirve de refugio y alimento, sobre todo a las aves, en una época en que hay poco que comer en el monte. Para los celtas era un árbol sagrado, que se empleaba en el solsticio de invierno para atraer la buena suerte y la prosperidad.

Estudio de 25 m2 para parejas que buscan un lugar especial donde vivir momentos que perduren en sus recuerdos. Es el más luminoso de los tres alojamientos gracias a sus grandes ventanales de madera y a sus dos ventanas Velux colocadas en el techo abuhardillado de madera blanca.

Otro de los atractivos de este estudio es su ófuro (bañera tradicional japonesa), ubicada en su jardín privado, con la que puedes disfrutar de un baño sostenible y relajante al atardecer (a 30-40 grados).

Este estudio es el del ritual del baño porque dentro, la reina de la estancia es, junto a la cama, una bañera oval de hidromasaje. Está estratégicamente colocada frente a una chimenea de diseño con formas onduladas.

Es una experiencia de alojamiento especial, para huéspedes que aman los detalles.
El suelo del estudio es de tarima de roble, cálido y apetecible para pisarlo descalzo. Alrededor de la bañera de hidromasaje y dentro del baño, hemos apostado por baldosa hidráulica de estilo vintage.

Los muros de los apartamentos son de mampostería de piedra, un sistema de construcción muy antiguo que hemos respetado porque es el método tradicional de construcción de nuestra tierra.

Este estudio se completa con un balcón de madera con silla-hamaca colgante, y un jardín con vistas al monte, equipado con mobiliario de exterior y chimenea + barbacoa exterior.
Lo hemos llamado artea como homenaje a la encina, cuyo porte y ramaje tanto nos impresiona.