Nos alojamos durante un fin de semana un grupo de 8 personas y un bebe en la casa de 8 plazas y estuvimos muy a gusto. La casa es preciosa, decorada con mucho gusto y con un sinfín de detalles. En ningún momento pasamos frío. La mañana del sábado, hicimos una excursión con Balbina para buscar setas de la que guardamos un grato recuerdo. Balbina nos hizo una rica tortilla de patatas para cenar el viernes, nos dejó un surtido de productos básicos para el desayuno junto con unos lacitos que estaban riquísimos y dos bolsas de patatas de su propia cosecha, todo como detalle de bienvenida. Ella se ocupó también de encargarnos un cordero para comer el sábado (solo tuvimos que ir a recogerlo a un pueblo cercano) y reservarnos en la taberna del pueblo para comer el domingo. El cordero espectacular! La comida en la taberna económica y bien para salir del paso. Por ponerle un pero, no conseguimos conectarnos al WIFI en todo el fin de semana, pero tampoco tuvimos mayor problema. Sin duda es un lugar para recomendar.