La casa tiene un emplazamiento inmejorable. Unas increíbles vistas hacia el mar y siempre corre un aire fresco que te hace la estancia muy agradable en verano. La piscina muy acogedora al lado de la barbacoa en la te puedes hacer tu propia cena. La propietaria, Evelyne, siempre agradable y con una sonrisa está pendiente de todo. Mucha paz y silencio. Ideal para descansar.