Está considerada como una de las más bellas muestras del barroco zaragozano. Fue construida por Miguel Ximénez (1691). La portada es de tipo piramidal con columnas salomónicas a los lados. El interior es una amplia planta de salón de tres naves. Especial atención merece el templete del "Ecce Homo" emplazado en la nave de la derecha.