Qué ver en Tosos

Se sitúa junto al río Huerva, al norte del embalse. Tuvo su origen en el antiguo pueblo de Alcañicejo, rescatando a los moros por Alfonso I en 1123, donado por este mismo monarca a los hermanos Fruela y Pelayo.

Después del siglo XIV, figura como el señor Alcañicejo don Juan Ximénez de Urrea. Tras no pocas vicisitudes históricas, en el señorío de Tosos pasó a la casa de Fuentes, hasta el siglo XVII ala de Uzurrún de Alsanza, gentilhombre de Felipe V, que le concedió título de marques de Tosos en 1704, donde quedan restos de la época ibérica, así como ruinas de el Santo, junto al río Huerva, aparecen unas ruinas que pudieran corresponder a un monasterio cisterciense del siglo XIII; tiene incoado un expediente de declaración de Monumento Nacional, conservándose un triple ábside, portada abocinada con cinco arcos de medio punto y parte de un muro, también se aprecian vestigios que pudieran corresponder al castillo Alcaint de la una villa imperial romana.

El pintoresco casco urbano se ubica al pie de las famosas peña Chiquita y peña Tajada y en él destaca la iglesia parroquial de Santa María, obra mudéjar, reformada en el siglo XVII; tiene una nave, cubierta con bóveda de crucería, capillas entre los contrafuertes cabecera poligonal cubierta con bóveda de lunetos y torre cuadrada con decoración mudéjar.

La portada es neoclásica, con pilastras adosadas; en el retablo de la Virgen se conservan trece tablas de un artista del círculo de Lorenzo, de Zaragoza.