El pasado prehistórico de la localidad hay que buscarlo, quizá, en las cuevas del propio término municipal, las cuales fueron debidamente catalogadas en su día por el Grupo Espeleológico de Zaragoza.
Se llamó Termes y Turriga. Escenario del episodio narrado por Apiano y protagonizado por el procónsul Quinto Ponpeyo en el año 137 a.C., dendro de las guerras numantinas: éste, derrotado en Numancia, se dirigió contra la ciudad de Termes, donde perdió 700 nombres.