A una altura de más de cien metros sobre el mar, bien a pie por la quebrada línea del Calvario o bien por la moderna carretera, nos encontramos con el patio del Santuario, una amplia explanada semicircular donde el panorama que se observa es espléndido.
Se entrevee la inmensa lámina azul cobalto muchas millas mar adentro, la aguda y edificada punta del Cabo de Cullera, la Isla de los Pensamientos, la Penyeta del Moro, el puerto pesquero, l´Estany (estanque), la cima del Montgó y el Cabo de San Antonio en Dénia y el Montdúver en los días claros.
El templo patronal fue edificado entre los años 1891-1897, todo a base de donativos y costó 10 359 pesetas de la época. El Santuario es de estilo neorománico y es obra del arquitecto valenciano Joaquín Mª Belda Ibáñez. Su interior está protegido y mantenido por la comunidad de los franciscanos, que custodian el templo desde el año 1944. Ahora bien, la casi totalidad de los ornamentos e imágenes desaparecieron durante la Guerra Civil del 1936-39. De entre los objetos salvados se encuentra la imagen de la patrona de la ciudad a la cual se le ofrece culto en su decimonónico templo-camarín.
La reconstrucción pastoral y material de este Santuario después de la Guerra Civil está relacionada con el nombre de un fraile, Antonio Berenguer Servall, el cual se encuentra enterrado a los pies de la patrona.
El Santuario consta de una nave central más amplia y dos naves laterales. En la nave central y arriba en el camarín se encuentra la imagen de la Virgen de la Encarnación. El culto a esta virgen data de la Edad Medieval. Es una imagen rústica y ojival que data del siglo XIV, encontrándose esculpida en mármol. La imagen también es conocida como la Moreneta, a causa del color del rostro y de sus manos.
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