El vocablo "Magán" tiene dos acepciones, pudiera ser de origen céltico, viniendo a significar "campo o vega", sería en este caso sinónimo del latino "campus o pagus". También aquella palabra en lengua germánica significa "fuerza".
Esta población fue fundada en época romana adquiriendo gran importancia en el Medievo por su situación y proximidad a Toledo. Prueba de ello es que en 1114, cuando los almorávides no lograron conquistar la capital toledana, Magán, al igual que otras localidades y pueblos vecinos, sufrió las duras represalias de estos ejércitos. Fernando III concedió a la ciudad de Toledo ciertos derechos sobre el monte de Magán en 1219, a cambio de la renuncia por parte de esta a cobrar la cantidad de 200 maravedíes de la villa de Bisagra, privilegio que le fue otorgado por Alfonso VIII. Pero, con anterioridad a esta fecha, algunas de las tierras pertenecientes a Magán ya habían sido donadas a la Orden de Monfrag, después fusionada en la de Calatrava.