Villa situada en el Valle del Jiloca. Al parecer tuvo su origen en el lugar llamado "El Vayo", donde había una fortaleza que pasó a poder de los Templarios, quienes edificaron otra, alrededor de la cual surgió el pueblo.
El trazado urbano se genera alrededor de dos colinas, en el margen derecha del río Jiloca; en una de ellas quedan los restos del castillo medieval, célebre en 1.336 por la resistencia que opuso al Rey Pedro I de Castilla. Parece obra del siglo XIV, y quedan dos torres y algunos trozos de la muralla.
Al pie de la ladera se sitúa la Iglesia de la Asunción,
obra barroca del siglo XVII, de manpostería y cantería. Consta de tres naves cubiertas con bóvedas de medio cañon con lutenos y crucero cubierto con cúpula con linterna. La fachada tiene frontón y portada con hornacina. La torre es uno de los más importantes ejemplos de arte mudéjar en la región. Tiene cinco cuerpos, el inferior de cantería y los superiores octogonales de ladrillo, con una fina decoración mudejar.
En el convento de San Valentin; edificio de manpostería, cantería y ladrillo, se distinguen dos estilos el gótico y el barroco. La iglesia es de una nave con cabecera poligonal. Tiene una interesante portada manierista protegida por un tejadillo; en el tercer cuerpo presenta la típica galería corrida.
Báguena tienen una notable colección de palacios aragoneses de ladrillo, destacando entre ellas "Casa Calvo", también conocida por "Casa Grande", del siglo XVII, y "Casa de los Lucías", la cual posee la más larga fachada de la arquitectura civil de la provincia, además del edificio de la Casa Consistorial.