Qué ver en Ariño

Villa de la provincia de Teruel , situada en la confluencia de los ríos Martín y Escuriza, a piedemonte de la Sierra de Arcos. El casco urbano se sitúa en la ladera del cerro, mientras que el poblado minero se ubica junto a la carretera. Su economía, basada en la minería de lignitos, ha desplazado considerablemente a la agricultura y ganadería de la zona.

Alrededor de una colina de doble cumbre , se desenvuelve en un perímetro elíptico el primitivo núcleo de la población. En la zona más elevada, a la que se accede por una empinada cuesta que nace en la carretera y que atraviesa el pueblo, es donde con toda probabilidad se localizaría un punto fortificado que se relacionaría con el origen del asentamiento. Allí, en lo mas alto, es donde hoy encontramos la ermita de Santa Bárbara de principios del siglo XIX, en la actualidad totalmente restaurada. Tiene nave única y bóveda de medio cañón.

En la otra cumbre se eleva la iglesia de San Salvador, templo barroco del siglo XVIII, construido en mampostería y sillería. La planta es de tres naves con cuatro tramos cada una. La central está cubierta con bóveda de medio cañón con lunetos y las laterales con cúpulas sobre pechinas. Los arcos y pilares de apoyo de las bóvedas son de gran grosor, creando un ritmo muy característico de espacios, distinto del habitual en el barroco turolense. La cabecera plana y el coro a los pies prolongan en dos tramos la longitud de la nave central. En toda la iglesia hay estucos de tipo rococó. La portada, a los pies y encuadrada en una fachada de sillería, es de un solo cuerpo. La torre es de cuatro cuerpos, de ladrillo los superiores. La torre se acerca a un volumen cilíndrico, esto y su asombrosa inclinación le dan cierta singularidad. Frente a la Iglesia, en la misma plaza, se encuentra el Ayuntamiento y muy poco antes de llegar a esta, una casona solariega de ladrillo con galería aragonesa (en la actualidad dicha galería es lo único visible).

Fuera del casco urbano, siguiendo el curso del río Martín , nos acercamos hasta las fuentes de Ariño o manantiales de "Los Baños", conocidos por su reputación como aguas termales, a las que en otro tiempo les atribuyeron propiedades curativas lo que dio lugar a diversas construcciones relacionadas con ellos en dicha zona. En la misma dirección , a poca distancia, nos encontramos un puente colgante sobre el río, muestra de la arquitectura industrial, que antiguamente daba paso a una central eléctrica actualmente en desuso.