Qué ver en Pauls

Municipio del Baix Ebre, situado en las vertientes del Port del Beseit. El término municipal, con 43,84 Km² de extensión, es montañoso y muy accidentado geográficamente. Cuenta con numerosos barrancos, entre los que corren riachuelos que nacen o fluyen de las sierras de Paüls. El lugar tiene abundantes fuentes y manantiales de agua. Entre las 102 fuentes existentes, destacan la Font de Sant Roc, situada en un lugar especialmente pintoresco, la Font dels Ullals de la Vall y las Fonts de Montsagre, que nacen en la montaña que lleva este mismo nombre.

El pueblo, a 378 m de altitud, se encuentra situado sobre una colina, al pie del castillo. Las calles son escalonadas, estrechas y empinadas a causa del desnivel del terreno.


El nombre de Paüls proviene sin duda de la forma latina "Paludes", que significa lagunas.

El lugar existía antes de la Reconquista. Ramón Berenguer IV conquistó Tortosa, en el año 1148, y dio el lugar de Paüls al caballero Roger Despuig.

La primera noticia documental consta del año 1168, cuando el rey Alfonso I, hizo donación del Castillo de Paüls (Peduls), con sus términos y pertenencias a Guerau de Riu, Pere de Santmartí y Ramón Queralt.

En el año 1205, el rey Pere II traspasó su señorío a Dogo de Verdeyo exceptuando la fidelidad de su persona y los derechos reconocidos en Tortosa en la Carta de Poblament (concesión que hacía el soberano o señor de las tierras de un lugar con la finalidad de atraer pobladores o arraigar la población).

Años más tarde, en 1239, el señorío de Paüls volvió a ser propiedad de la familia Despuig, la cual continuó vinculada hasta la Edad Moderna. A principios del siglo XVII, el lugar era todavía un señorío.

Durante las sucesivas guerras que se produjeron en Catalunya, la población sufrió mucho, especialmente durante la primera guerra carlista, cuando un grupo de 300 carlistas se resistieron en el castillo ante las tropas del coronel liberal Santa Cruz. Durante ésta misma guerra, en el año 1836, la población fue incendiada y saqueada por los liberales.

Paüls también sufrió especialmente las consecuencias de la Guerra Civil de 1936, ya que la línea del frente del Ebro se encontraba situada muy cerca del pueblo, dentro del mismo término municipal.