Qué ver en Gandesa
Principal municipio de la comarca de la Terra Alta, centro administrativo y comercial de los pueblos que lo rodean. El término municipal tiene una extensión de 70,79 km². Al norte está el río Ebro, aunque no se encuentra dentro del término; al sur, el río Canaletes; al este, las Sierras de Pàndols y Cavalls; y al oeste, el municipio de Batea.
La altura máxima del territorio corresponde a la roca de "Puig Cavaller", situada a 709 metros, y la más baja se encuentra entre el antiguo molino de harina en La Fontcalda y el Santuario, a unos 180 metros.
El núcleo urbano se alza a 368 metros de altitud, en una colina poco destacada de la llanura y situada en el epicentro de la gran curva que describe el curso del río Ebro antes de llegar al Mar Mediterráneo. Desde los tiempos de los romanos, la ciudad ha sido el centro importante de carreteras.
Se conoce la existencia de un núcleo de habitantes protohistórico en Gandesa, en el lugar llamado Coll del Moro (V-I a.C.) y una necrópolis de incineración de los siglos VIII-IV a.C.
También en la época árabe era ya un centro de población, aunque se han encontrado pocos vestigios de este dominio que duró casi cuatro siglos.
El primer documento escrito es de 1153, cuando el castillo de Gandesa fue cedido por Ramón Berenguer IV a Pietro Della Rovere - Maestre del Temple de Provença y de Hispania-.
La Carta de Población de Gandesa fue otorgada en 1192 a 5 personas (Capital administrativa del término municipal de Miravet). En 1194 hubo una nueva Carta o concesión de tierras a los que acababan de llegar al pueblo. De esta época data la edificación de un magnífico templo románico. Gandesa era por entonces la capital administrativa del término de Miravet.
En el año 1319, tuvo lugar en Gandesa el extraño enlace matrimonial entre el Infante Jaume I, hijo de Jaume II, y Elionor, hija de Fernando IV, Rey de Castilla. Este hecho es conocido como "la farsa de Gandesa".
El matrimonio se celebró y a continuación el Infante Real abandonó Gandesa. Después obtuvo la anulación del matrimonio y se hizo religioso.
En 1338, se reunió en Gandesa el Parlamento a Cortes, con la presencia de los arzobispos de Tarragona y Zaragoza. También se reunieron en el lugar los firmantes del Compromiso de Caspe, uno de los cuales era San Vicente Ferrer, conocido por los habitantes de Gandesa por haber predicado con anterioridad en el pueblo.
En el año 1639, en Gandesa se produjo un levantamiento contra el Conde-Duque de Olivares y el Rey de Castilla, y esto fue la causa para que, después del asalto a Batea del ejército castellano, la gente de Gandesa, por miedo a las represalias, abandonaran su pueblo, buscando refugio en otros lugares.
El pueblo fue saqueado y maltratado por la tropa.
Durante la primera Guerra Carlista, Gandesa se hizo famosa por resistir siete asedios de las tropas carlistas, comandadas, el primer asedio por Josep Torner y los otros por Ramon Cabrera. En premio por su heroicidad, la Reina Mª Cristina le concedió el título de "Muy leal, heroica e inmortal ciudad de Gandesa". Ante la imposibilidad de defenderse, los habitantes abandonaron la población y la ocuparon las tropas carlistas durante dos años. La dejaron casi destruida.
La ciudad todavía recibió un último golpe durante la Guerra Civil Española, especialmente en la famosa Batalla del Ebro. El 25 de Julio de 1938, las tropas republicanas llegaron a las paredes del pueblo pero no entraron. El mismo general Franco dirigía las operaciones desde el lugar donde está emplazada la necrópolis histórica del "Coll del Moro". Aunque la lucha más dura tuvo lugar en las sierras de Pàndols y Cavalls, la ciudad sufrió graves impactos y destrucciones.
Mosen Joan Baptiste Manyà i Alcoverro (1884-1976) fue hijo ilustre de Gandesa, escritor y teólogo.
