La localidad palentina de Tariego de Cerrato descansa en la ribera del río Pisuerga a su paso por los Valles de Cerrato, a 14 km al sur de Palencia, ciudad desde la que llegaremos por la carretera provincial de Calabazanos a Esguevillas. El nombre del pueblo viene a ser un topónimo que significa “el poblado del cerro” o bien “ el lugar abundante de colinas”.
Numerosos hallazgos arqueológicos muestran que los primeros asentamientos se remontan a la Edad del Hierro, y que más tarde la zona acogió a celtíberos, romanos y bárbaros. En el medioevo perteneció a los señores de Buendía y al marquesado de Medinacelli. Durante la Guerra de Independencia contra los franceses sufrió muchos ataques de las tropas napoleónicas debido al puente que cruza el Pisuerga y a la proximidad del Camino Real de Burgos. Antes de adoptar el término de Cerrato para su nombre, la villa se llamaba Tariego del Pisuerga. En el siglo XIX aún se conservaba la ermita del Santo Cristo de la Vera Cruz. También se construyó una torre de telégrafos que sí se conserva.
De su patrimonio artístico cabe destacar la Iglesia parroquial de San Miguel y las ruinas de una torre de vigilancia. En cuanto al turismo de naturaleza, destacad los parajes lúdicos del monte Los Propios y del puente del Pisuerga, río que también cuenta con un mirador. El 2 de febrero se celebran las fiestas de las Candelas, y el 8 de mayo tienen lugar las fiestas patronales en honor de San Miguel. El plato típico es orejuelas.