A 41 km al sureste de Palencia, en los Valles de Cerrato y a orillas del Arroyo del Maderano, se encuentra Castrillo, a medio camino entre Vertavillo y Villaconancio y a unos 6 km de cada una de estas poblaciones. La villa está ubicada sobre un cerro o cotarro, y su nombre deriva de la voz latina “castrum”, que quiere decir “castillo” o “ciudadela”. En el pasado también se le conoció como Castrillo de la Peña, y su denominación actual viene a significar “castillo de la Señora Eilo”. En honor a su nombre, el pueblo aún conserva importantes restos de las que fueron sus murallas, así como dos entradas al recinto de la época, conocidas como El Arco y Las Puertas.
La iglesia parroquial está dedicada a Nuestra Señora de la Paz. Es una construcción románica en piedra cuyo origen se remonta al siglo XII, pero ha sido modificada en siglos posteriores, manteniéndose únicamente las dos portadas originales y algunos elementos interiores. De las portadas, una está orientada al sur y la otra hacia el oeste, y sus arquivoltas están decoradas con figuras de animales enfrentados. La edificación consta de tres naves con bóveda de arista separadas por pilares, y en la nave izquierda se encuentra un Cristo del Amparo fechado en el siglo XV. La sacristía atesora una cajonería de nogal del siglo XVI tallada con imágenes del Vía Crucis.
En el patrimonio artístico del pueblo también cabe señalar la ermita de la Virgen de Villagustos. Dentro del término municipal existe un rollo jurisdiccional que se remonta hasta el siglo XVI.
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