Señorío de los Manrique, pueblo notable que se divisa desde lejos gracias a su gran templo parroquial de San Pedro, también conocido como El Pajarón de Campos, fue construido aprovechando unas ruinas románicas, lo que se refleja en sus pórticos , el de la Epístola con cinco arquivoltas ornamentadas con los signos del zodiaco y el de los pies con siete arquivoltas y dos esculturas a san Pedro y San Pablo, en su interior un gran retablo barroco obra de Pedro Mondragón y Gregorio Vigil.
En un lugar contiguo al templo se guarda un impresionate Cristo bizantino y una cruz procesional de plata labrada en el año 1508 por Pedro Vargas
En la plaza se encuentra situada una sinagoga subterranea muy bien conservada y recientemente restaurada y convertida en hotel-restaurante.