Sobre una superficie de 42 Km.2, de la Zona Media de Navarra, Pitillas está enclavado en el valle del río Cidacos, dividida en dos partes bien diferenciadas: hacia el Oeste se extiende la llanura por la que discurre el Cidacos, de Norte a Sur, con la famosa "Laguna de Pitillas", Reserva Natural de cierta importancia faunística y uno de los enclaves naturales más destacados de Navarra; y hacie el Este, una orografía mucho más abrupta, con alturas que alcanzan los 700 metros, con los cerros de Varetón, Altarasa y el Monte Mostracas.
Su superficie de cultivo se dedica de forma predominante a cereales (principalmente trigo y cebada) y vides. Los vinos que se elaboran en sus bodegas, tinto, clarete y blanco, están respaldados por la denominación de origen. Existen algunas huertas de regadío tradicional para las hortalizas, y cuenta también con unas pocas hectáreas de pinares de repoblación. En cuanto a la ganadería, se compone de unas 2.000 cabezas de ovino.
Durante mucho tiempo, Pitillas tuvo una gran relevancia en la zona gracias a la existencia de la Cofradía de San Pedro Apóstol, fundación adscrita al Santo Hospital de Pitillas y que, desde al menos, el siglo XVIII vino desarrollando una importante labor social.