Selva de Irati

Repartida entre los valles de Aezkoa, Salazar y Francia, se trata de una extensa área boscosa situada en la cabecera del río Irati. Sus hayedos tapizan las laderas de fuertes pendientes en torno al embalse de Irabia, destacando por su estado de conservación y permitiendo el mantenimiento de una rica fauna asociada.

A pesar de una larga historia de aprovechamiento forestal y ganadero, perduran áreas forestales casi inalterables (en la actualidad protegidas como Reservas Naturales o Integrales), lo que unido a la escasa presencia humana y a la ausencia de asentamientos permanentes ha permitido mantener unos valores naturales y un espectacular paisaje.
Es, en definitiva, un entorno privilegiado para el contacto con la naturaleza y la recreación.
Aquí se produjo uno de los descubrimientos mitológicos más importantes: la existencia de la Señora del bosque (Basaandere), bella muchacha de largos cabellos negros, compañera del señor del bosque (Basajaun). El bosque también está habitado por lamias (sirenas montañesas), el hombre-oso y el espíritu de Juana de Albrit, reina navarra hugonote que fue perseguida por su religión y murió envenenada en París.