Qué ver en Cartagena

La ciudad de Cartagena, está situada al S,E, de la Región de Murcia, es la segunda en población dentro de la Comunidad Autónoma de Murcia.Es sede del Parlamento Regional, da nombre a la Diócesis y es la capital del Departamento Marítimo del Mediterráneo.

Cartagena se asienta sobre cinco colinas denominadas Molinete, Monte Sacro, Monte de San José, Despeñaperros y Monte de la Concepción, desde las que se denomina el mar, dándole mayor realce a la ciudad.

Desde el puerto se divisan los faros de la Curra y Navidad, así como los castillos de Galeras y San Julián, que convierten la dársena de Cartagena en inexpugnable.

Historicamente, la ciudad de Cartagena fue fundada, con el nombre de Quart Hadast, hacia el año 227 (a. C.) por el general cartaginés Asdrúbal sobre un núcleo de población anterior que se viene relacionando con la Mastia que aparece recogida en la Ora Marítima escrita por el romano Rufo Festo Avieno en el siglo IV (a. C.).La presencia cartaginesa en ella sería fugaz ya que en el 209 (a.C.), en el transcurso de la Segunda Guerra Púnica fue conquistada por el romano Publio Cornelio Escipión.

Bajo el dominio romano la ciudad vivirá sus mayores momentos de esplendor entre finales del siglo III (a.C.) y los comienzos del II (a.C.).En el año 44 (a.C.), recibiría el título de colonia bajo la denominación de Colonia Urbs Iulia Nova Carthago.La importancia de la ciudad se basó, junto a la riqueza minera de su sierra, en su privilegiado emplazamiento y la singularidad de su topografía (situada en una pequeña península rodeada de colinas y con una laguna o mar interior "El Almarjal de los tiempos modernos" al norte), que permitían su fácil defensa.

Con el final del imperio romano se abre una época de decadencia de la que se tienen muy pocas noticias.De este período podemos destacar el paso de los vándalos por la ciudad, el dominio visigodo, interrumpido en el año 555 por la tropas bizantinas del Emperador Justiniano que, en su intento de recuperar los territorios que pertenecieron al Imperio Romano de Occidente, tomaron la ciudad y la convirtieron en la capital de la provincia de Spania, que abarcaba parte del sureste peninsular, desde Málaga hasta la propia Cartagena.La ciudad caería nuevamente en poder de los visigodos tras ser conquistada y arrasada a principios del Siglo VII.A partir de este momento, Cartagena desaparece prácticamente como ciudad.

En el año 734, a causa de la capitulación de la Cora de Tudmir, caería bajo el poder musulmán, emprendiendo entonces, y sobre todo entre los siglos X y XII, un proceso de lenta recuperación.

Fue en 1245 cuando el entonces Principe Alfonso (el posterior Alfonso X El Sabio), conquistó la ciudad que recuperará entre otras cosas, su condición de sede episcopal.Con todo serán estos siglos bajomedievales una etapa de decadencia, de la que comenzará a salir en el siglo XVI con la reactivación económica y política generalizada que vive el país, pero, de nuevo, entrará en franca decadencia en el siglo XVII, agravándose en su caso la crisis por las repetidas epidemias que la asolaron durante toda la centuria.

Cartagena recobrará su antigua importancia en el siglo XVIII cuando, a raíz de su elección en 1728 como capital del Departamento Marítimo del Mediterráneo y la construcción del Arsenal y de los castillos y cuarteles previstos en el plan de fortificación de la ciudad redactado por el ingeniero militar Martín Zermeño a instancias del Conde de Aranda, se alcance una gran actividad constructiva y mercantil que atraerá hacia ella a grandes contingentes de población, pasando ésta en un corto espacio de tiempo de 10,000 a 50,000 habitantes.

Turisticamente sus costas son de gran belleza como Isla Plana y La Azohia, pequeños nucleos de población que, junto al atractivo natural paisajístico con extensas playas de arena, configuran un lugar idóneo para disfrutar unas tranquilas vacaciones.

Bordeando Cabo Tiñoso y siguiendo hasta el Portús, la costa se vuelve acantilada con playas solitarias como Cala Cerrada y Cala Abierta, a las que se puede acceder por mar, o a través de las ramblas y que a pesar de los dificultoso del acceso constituyen excelentes lugares de baño.

Otras visitas en la zona son la Torre de Santa Elena; construida en el siglo XVI forma parte de la serie de torres defensivas que protegían las zonas del interior.Situada en lo alto del promontorio denominado Punta de La Azohía, el acceso peatonal es fácil.En esta misma zona existe otra playa El Portús, a tan solo 11 kilómetros de Cartagena, situada junto a Cala Morena, donde se encuentra ubicado un camping naturista.

En general, este tramo de costa es apreciado para la práctica de actividades deportivas, como el submarinismo, el senderismo o la espeleología.

La línea de costa al este de Cartagena empieza en Cala Cortina y continúa en el término municipal de La Unión con la bahía de Portmán, hasta llegar a Cabo de Palos y La Manga.Son numerosas las urbaciozaciones existentes en la ribera del Mar Menor y en ambas orillas de La Manga dando a la zona la mayor capacidad turística de la Región.

La Manga es un cordón litoral de 22 kilómetros de extensión, entre Cabo de Palos y la Punta del Mojón, que cierra la laguna natural salada del Mar Menor.

La costa mediterránea ofrece paisaje bien distintos: el Parque Regional de Calblanque con calas de fina arena (algunas nudistas) y zona ideal para practicar el senderismo; las calas protegidas de Cala Flores y Cala Reona¸ las inmediaciones de Cabo de Palos, Islas Hormigas e Isla Grosa, puntos excelentes para la práctica del submarinismo, y la franja litoral de La Manga con extensas playas equipadas para disfrutar del baño y de la navegación a vela o a motor.

Monumental y culturalmente es una ciudad de gran riqueza que ofrece al visitante la posibilidad de realizar varios recorridos (barroco, arqueológico, modernista), en los que veremos reflejada la historia de esta bella ciudad.