Qué ver en Fuengirola
Fuengirola esta situado en la costa del sol, posee un larguísimo paseo marítimo de casi 7 kilómetros. Sus habitantes se denominan Fuengiroleños. Es uno de los municipios más turísticos de la Costa del Sol oriental. Sus casi once kilómetros cuadrados se extienden por la costa entre los municipios de Benalmádena y Mijas. Los límites del término municipal son el arroyo del Jardín al nordeste y la desembocadura del río de su mismo nombre al suroeste. En el extremo norte el paisaje es alomado y allí donde no hay urbanizaciones está cubierto de monte bajo. La ubicación privilegiada en la Costa del Sol han transformado su fisonomía de pueblo de pescadores en un municipio turístico con una amplia oferta de ocio y restauración en calidad y cantidad. A esta oferta pertenece el Puerto Deportivo de Fuengirola, en el cual por la noche se abren las puertas de los bares para acoger una de las marchas más saludables de la Costa del Sol.
El paseo marítimo Rey de España es conocido por ser uno de los de más extensión de la costa nacional. A lo largo de sus casi siete kilómetros de playa, podemos encontrar una infinidad de servicios y comercios para el disfrute de vecinos y visitantes. A poca distancia, se encuentra el Puerto Deportivo, que también cuenta con una variada oferta culinaria, así como con los más modernos servicios profesionales para el mantenimiento y conservación de las embarcaciones amarradas en sus atraques. Tradición y modernidad se funden en este recinto que comparte con el puerto pesquero, y con el mercadillo de los domingos. El Puerto Deportivo cuenta con 226 atraques, de los que la mitad son para embarcaciones en tránsito, con esloras comprendidas entre los 8 y 20 metros.
Fue poblada por los bástulos, los fenicios y posteriormente por los cartagineses. Los fenicios establecieron un asentamiento que los estudiosos sitúan en las cercanías de la colina sobre la que los romanos levantarían posteriormente el castillo, que llamaron Suel y que, al poco tiempo, se convierte en símbolo de la villa. Éste fue un enclave importante en la línea defensiva de la costa contra las incursiones piratas. Los romanos la llamaron Suel y los árabes Sohail, que es el nombre de un astro que según Ibn-Jallicam sólo podía ser divisado en la península desde este punto geográfico.
En el año 912, Abderramán III, mandó construir un alcázar en el altozano que se eleva en el vértice que se forma entre la línea de costa y la desembocadura del río de Sohail; los restos de este castillo, aunque en lamentable estado de abandono, aún sorprenden en el paisaje del litoral fuengiroleño. Fue utilizado con fines militares y de control de la frontera marítima hasta el siglo XIX, jugando un papel destacado en la Guerra de la Independencia. Fue conquistada por los Reyes Católicos el 7 de agosto de 1487.
En el año 53 de nuestra era recibe el título de municipio, adquiriendo cierta importancia en la Bética. Prueba de ello, son los restos de las termas romanas de Torreblanca, restos de calzadas romanas, Cañada Real, y el hallazgo de piezas de mármol procedentes de las canteras de Mijas con las que se levantó un monumento en forma de templo en la plaza de Castilla de Los Boliches.
Antes que los árabes llegaron los visigodos, pero su paso por Fuengirola fue más que nada anecdótico. A partir del siglo VIII se consolida la presencia árabe en la zona confirmada por la necrópolis hallada junto a las termas de Torreblanca. De esta época deriva el nombre de Sohail, deformación fonética del Suel latino. Durante la dominación árabe fue destruida por un asalto de las hordas vikingas en el año 858. La población se refugió en Mijas. No es hasta mediados del siglo X, cuando Abderramán III, el omeya cordobés, reconstruye la fortaleza y el núcleo urbano, obra que volvió a caer en las manos de los cristianos que tomaron la ciudad en 1487. Desde entonces se refuerza la defensa costera.
En el siglo XVIII el castillo fue reconstruido con el fin de evitar el fuerte contrabando que azotaba la zona. A partir del siglo XVIII, la población cobra importancia como centro de aprovisionamiento de los barcos que se dirigían al Estrecho de Gibraltar. Es entonces cuando toma el nombre definitivo de Fuengirola, derivado de "girona", embarcación genovesa dedicada al boliche, cuya presencia era muy frecuente en este puerto malagueño. El término "boliche" ha quedado en el anejo de Santa Fe de Los Boliches, hoy prácticamente unido al núcleo de Fuengirola.
En la actualidad, la Villa ofrece a sus visitantes todos los atractivos de una zona turística hoteles, restaurantes, bares, discotecas, zonas deportivas, etc. Hermosas y extensas playa bañan su término municipal (Carvajal, Gaviotas, Boliches, San Francisco, Santa Amalia, Castillo), con modernos "chiringuitos" donde pueden degustarse los platos típicos de la zona gazpacho, espetones de sardinas, boquerones, etc.
La vida cotidiana sigue adelante en Fuengirola y los pescadores aún salen al mar, recordando al pequeño pueblo pesquero que antaño fue. Los martes es día del mercado, abierto por la mañana, que atrae a los visitantes de los complejos cercanos así como a los locales. Merece la pena dar un paseo por él y echar un vistazo entre la gran variedad de objetos a la venta donde también encontraremos los productos andaluces más tradicionales.
Además de sol y playas, Fuengirola guarda un importante patrimonio siendo los monumentos más representativos la Iglesia Parroquial y el Castillo árabe de Sohail. El edificio religioso, está ubicado en la plaza de la Constitución y con la Virgen del Rosario como advocación, presenta una portada barroca formada por dos pilastras y un frontón partido con una hornacina en su parte superior. Las Termas Romanas de Torreblanca; el Museo Abierto, formado por obras de diversos pintores; el Zoo Municipal, con una gran variedad de especies animales; el Puerto Deportivo, dotado de zonas de amarres, Club Náutico, una gran oferta golfistica con los campos de Los Lagos y Los Olivos, localizados en el complejo Mijas Golf, y un amplio centro comercial; el Paseo Marítimo, en el que pueden contemplarse varios monumentos y esculturas; la Plaza de Toros, etc.
