Qué ver en El Vellon

Atravesado por el Rio Jarama, El Vellón está situado en un terreno con muchas ondulaciones, aunque no demasiado acusadas.

El municipio cuenta con dos núcleos urbanos habitados, El Vellón y El Espartal distantes siete kilómetros entre sí. No existen otras entidades de población, ni urbanizaciones, pero sí pequeños núcleos, constituidos por diez o quince viviendas unifamiliares, diseminadas entre prados arbolados.

Respecto al topónimo, distintos autores coinciden en que se remonta a su antigua vinculación a Talamanca, de la que era arrabal, alojando grandes secaderos del vellón de la lana de las ovejas tras ser esquiladas por los pastores. Durante la Edad Media este barrio debió especializarse en la preparación y tratamiento de lanas y tejidos. Su independencia y configuración como Villa se produce en el siglo XVI.

La subsistencia de la población se basa durante siglos en la ganadería y en la agricultura de secano, complementadas con la caza, la pesca, la recolección de madera y frutos silvestres y la extracción de yeso blando y cal. En la segunda mitad del siglo XIX el territorio se ve convulsionado por las obras de infraestructura del Canal de Isabel II.

Durante las primeras décadas del siglo XX, el pueblo sigue viviendo de la ganadería ovina y vacuna complementada por agricultura de subsistencia, pero poco a poco, empieza a despuntar el sector de la construcción. En los años sesenta la emigración a Madrid provoca un descenso demográfico, pero la segunda residencia ocasiona que los fines de semana y los veranos la población se duplique.

El Caserío de la Aldehuela del siglo XVI, fue una granja fundada por el Cardenal Cisneros, para proveer de pan y vino a la Universidad de Alcalá. De todo el conjunto que se desarrolla históricamente sólo queda un edificio con un cuerpo principal de 1927, construido en estilo historicista y las dependencias agropecuarias de carácter rural. Sólo una capilla gótica y una pila de agua bendita con decoración plateresca, permanecen del edificio de Cisneros.