Qué ver en Canencia De La Sierra

Canencia es un pequeño pueblo situado en la cuenca del río Lozoya, en un pequeño valle orientado al norte, entre la Mata de los Ladrones y Peña Gorda, por donde discurre el arroyo de Canencia, afluente del Lozoya.

Se trata de una localidad de vocación ganadera y artesana situada en uno de los espacios naturales más emblemáticos de la provincia. En ella se aprovechan al máximo todos los recursos que ofrece el ganado, tanto en la elaboración de embutidos caseros, en la calle Toriles, como de prendas y complementos de cuero, en el taller de la plaza de la Constitución.

Se encuentra en un medio natural de gran belleza paisajística, en la que destacan los montes y los magníficos pinares silvestres. Además cuenta con una importante vegetación formada por robles, chopos, álamos, temblones, serbales, abetos, piornos, tejos, acebos, extensos zarzales y, por supuesto, helechos, signo arbustivo de que estos bosques estuvieron poblados de robles hace tiempo.

Uno de los mayores atractivos que ofrece el pueblo de Canencia es la posibilidad de realizar numerosas rutas a pie por un paraje de belleza inigualable. Una de las más conocidas es la subida al puerto, que es larga y reposada, pero que permite disfrutar y gozar del paisaje que aparece en cada curva del camino. En el mismo alto hay un centro de interpretación de la naturaleza, que ayuda a comprender y a diferenciar la flora del paisaje, y, por supuesto, praderas, mesas y una amplia zona recreativa para pasar un agradable rato.

También es conocida la senda ecológica, que tiene su inicio en la llamada casa del Hornillo, a unos 15 minutos a pie de la barrera que corta la circulación de la pista que sale a la izquierda del alto. Otras rutas y paseos de gran interés, además de la senda ecológica, son los que llevan al alto de la Morcuera, a Garganta de los Montes, a Bustarviejo, al collado de los Altares o al pico del Cuadrón.

Cabe destacar que en la bajada los paisajes son más abiertos y en ellos se puede contemplar la belleza del embalse de Pedrezuela, al fondo a la izquierda, y las aguas del pantano de Manzanares, a la derecha.

En el plano histórico-artístico cabe destacar su iglesia, dedicada a la Virgen del Castillo, de los siglos XV y XVI. En su interior podemos contemplar elementos góticos de su primitiva traza, como la decoración de bolas de la cornisa, la bóveda de crucería, la capilla norte y el púlpito de finales del XV. También destaca la ermita de Santo Cristo y el puente medieval cercano al cementerio.