Qué ver en Paradela
La Cultura Castreña ha dejado numerosos testimonios en Paradela entre los que podemos destacar el castro de Barán; pero, incluso el propio topónimo parece ser un diminutivo del término "parada" en relación a un lugar de descanso en las rutas de los romanos que previsiblemente pasaban por aquí para cruzar el Miño por el puente de Portomarín.
Durante la Edad Media su historia gira en torno a dos monasterios, el de Castro de Rei y el de Sta. María de Loio. El primero era benedictino y a partir de él surgió el núcleo que sería la capital de esta jurisdicción; el de Santa María de Loio, también denominado Ribalogio, fue fundado en el s. VIII por el abad Quintilla bajo la regla de San Fructuoso, viviendo su mayor esplendor durante el s. IX, con la etapa de los Caballeros Cambiadores, templarios de Galicia, quienes se ocupaban de defender a los peregrinos y de vigilar el sepulcro del Apóstol. Un hecho histórico importante es la primera reunión de los caballeros de la Orden Militar de Santiago realizada en el monasterio de Loio bajo la tutela de los padres agustinos, a partir del s. XII el rey Fernando II incorporó la Orden al monasterio y desde entonces los caballeros hacían vida de monjes.
El actual territorio de este municipio formó parte de varias jurisdicciones (Paradela, Castro de Rei, Taboada y San Pedro y San Xoán de Portomarín), en las que compartían el señorío el conde de Lemos, el marqués de Bóveda, el conde de Maceda y la Encomienda de Portomarín, entre otros. En el siglo XIX se constituyeron en dos municipios: el de Paradela y el de Castro de Rei hasta que, en 1845 éste último volvió a integrarse en el de Paradela, quedando definitivamente constituido tal como se encuentra hoy.
