Qué ver en Fuenmayor

Según una leyenda no comprobada, Fuenmayor fue fundada por tres capitanes de las tropas del Rey Ramiro I que, tras vencer a los musulmanes en la Batalla de Clavijo (844) escogieron estas tierras por su fertilidad.


Pero la historia de Fuenmayor es mucho más antigua. Situado en el cruce de las cañadas que descendían del Moncalvillo al Ebro y de una calzada romana, se ha constatado el poblamiento prerromano en el término conocido como Santa Cruz, a unos 3 Km. del pueblo.


La presencia romana se ha atestiguado en Galiana, término que aún conserva el nombre del terrateniente romano (Galio) dueño de la granja de época tardorromana en donde existía un vado enlosado para que los carros pudiesen cruzar el río Ebro y también en los restos de un templo nínfeo, es decir adosado a un pozo o una fuente (en este caso un manantial) y en el que se rendía culto a alguna diosa del agua.


Durante el Siglo XVIII el vino se afianza como motor del desarrollo económico y comienza a exportarse a otras regiones e incluso al extranjero. Fuenmayor se distinguió desde el primer momento por la cantidad y calidad de sus vinos, y así en 1.788, el palacio de los Marqueses de Terán fue la Sede de la Real Junta de Cosecheros de La Rioja, aprobada por el Consejo de Castilla el 10 de Octubre de 1.792.


Esta Sociedad formada por representantes de todos los pueblos de La Rioja se preocupó de mejorar las condiciones de producción y comercialización del vino. Mejoró la carretera a Santander, que era desde donde se embarcaban los grandes toneles de vino con destino a Inglaterra, construyendo puentes como el de Torremontalbo, que todavía existe, o mejorando el camino aprovechando y restaurando la antigua calzada romana, que todavía es visible en el camino Viejo de Logroño.