Las menciones documentales de Anguciana son numerosas. En 1394, Enrique III otorgó el Señorío de la villa a Juan Alfonso Salcedo por sus servicios a la corona. Fue éste primer señor de la villa quien mandó edificar la Torre Fuerte de Anguciana, guardiana en origen del puente de la localidad.
Tiene planta rectangular con aspilleras, tronera y matacán corrido rematado en almenas. La Iglesia Parroquial del siglo XVI, aunque con posteriores añadidos, cuenta con un interesante retablo del s. XVIII. En el barrio de Oreca se encuentra la ermita de Sta. Mª de Oreca, construida en mampostería en el s. XVII.