Qué ver en Los Llanos De Aridane

El municipio de Los LLanos de Aridane ocupa una superficie de 36,2 Km2, localizados en las medianías y costas de la vertiente Oeste de la isla de La Palma (Canarias). Sus límites son artificiosos y no se corresponden con obstáculos naturales: al Norte limita con el municipio de Tijarafe; al Sur con el de Fuencaliente; al Oeste con Tazacorte y al Este con El Paso, tomando como referencia el antiguo camino real.

Los LLanos de Aridane es municipio desde 1812, abarcando por aquellas fechas la totalidad del Valle de Aridane. Posteriormente, y tras la segregación de Tazacorte en 1925 y El Paso en 1837, el Valle ha quedado dividido en tres municipios escalonados en franjas altitudinales.

En 1863 Los Llanos de Aridane alcanzó la consideración de villa y en 1899 la de ciudad.

En los últimos años es el municipio que mayor crecimiento económico y de población ha experimentado de toda la isla, por lo que se ha convertido en la capital de la comarca de Aridane, rivalizando o , incluso, superando en pujanza económica a la propia capital de la isla, S/C de La Palma.

Como centro económico de la comarca, Los Llanos de Aridane es desde hace tiempo zona de inmigración de la población de los distintos pueblos de la zona, lo que le ha permitido pasar de ser un pueblo de población eminentemente dispersa, a converitrse en una boyante ciudad, con todos los servicios propios de la misma.

La actividad económica principal, igual que ocurre en el conjunto de la isla, continúa siendo la agricultura, basada casi exclusivamente en el monocultivo del plátano. A pesar de ello, en los últimos años se ha constatado un considerable crecimiento del sector servicios, ligado en gran medida al desarrollo como enclave turístico de la playa de Puerto de Naos, la más importante del municipio y una de las mejores de la isla.

El casco urbano y el municipio mantienen aún el siempre difícil equilibrio entre la febril actividad de un pujante centro económico y de población y la tranquilidad que otrora justificaron que se conociera a Los LLanos de Aridane como la "ciudad del sueño". Precisamente esa tranquilidad, que induce al forastero a sentir que el tiempo discurre más lento por sus calles, unida a la suavidad del clima y a la belleza de un paisaje tintado por doquier de verde por las plataneras, son el principal reclamo turístico del municipio, en el que se encuentran ya asentados gran número de extranjeros, de procedencia predominantemente alemana.

La funcionalidad y el eclecticismo son las notas predominantes en las construcciones de Los Llanos de Aridane, que son en su gran mayoría de fecha reciente. No cabe esperar, por tanto, grandes alardes ni valores arquitectónicos, ni siquiera de uno de sus edificios más señeros, la parroquia de Ntra. Sra. de los Remedios (c.a. 1517). Pero, a pesar de ello, existen algunos rincones de indudable belleza como la Plaza de Elías Santos Abreu (Plaza Chica) o la Casa Massieu, situada ésta última en el barrio de Argual.

Fuera del casco urbano, el principal aliciente para la vista es la belleza de un paisaje construido en su mayor parte sobre las lavas de sucesivos volcanes (Montaña Quemada en 1440, Tahuya en 1585; El Charco en 1712 y San Juan en 1949), que discurren de cumbre a costa con colores de distinta intensidad según su respectiva antigüedad.

La benignidad del clima, con días casi siempre soleados y temperaturas generalmente suaves durante la estación invernal, convierten la zona y, en especial, su costa y la playa de Puerto de Naos en punto de destino de numerosos turistas que huyen de los rigores del invierno en Europa.

El desarrollo del turismo ha determinado la consolidación de una variada oferta de ocio, que abarca desde el senderismo hasta el submarinismo, pasando por las excursiones por mar o el parapente.

Desde el punto de vista gastronómico merece destacarse la repostería del municipio, con el Bienmesabe y El Príncipe Alberto, como postres de inexcusable degustación.