Qué ver en Valdelarco

La historia de Valdelarco, tal como hoy lo conocemos, se inicia cuando las tropas cristianas reconquistan estos territorios a los escasos musulmanes que los poblaron. Estamos en pleno siglo XIII, y una nutrida colonia de hombres y mujeres del norte, principalmente del Reino de León, acuden para establecerse en estas tierras de la “frontera del sur”.

Al principio debieron surgir varios núcleos dispersos, que favorecían el cultivo del campo y la explotación ganadera. Poco a poco, a finales de la Edad Media, se fue consolidando el asentamiento actual, junto a un pequeño arroyo, llegando así a convertirse en una de las múltiples aldeas de la pujante Aracena.



Es a finales del siglo XVIII, coincidiendo con una época de cierta prosperidad y aumento de la población, cuando se plantea conseguir la separación de la villa. Ésta se formalizó el 25 de Abril de 1773 mediante un Real Privilegio de Exención concedido por Carlos III, previo pago de 675.000 maravedís.

Municipio enclavado en pleno corazon del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Rodeado de grandes arboles y espesa vegetacion como el castaño, la encina, el alcornoque, las zarzas, los quejigos y los madroños, entre otros. Sus primeros moradores aprovecharon, evidentemente, la zona mas comoda y util del valle en el construyeron sus viviendas y sembraron sus huertos. Cuenta en la actualidad con una población aproximada de 300 personas. El hecho de estar edificado en el fondo de un valle, hace que sus calles sean estrechas, con bastantes pendientes y la mayoria orientadas al sur, con objeto de aprovechar al máximo los beneficios del sol. Son muy típicas, por tanto, las llamadas solanas o corredores, que es como llamamos a las terrazas techadas. Si hubiese que destacar un rasgo principal de Valdelarco, lo tendria muy dificil, ya que dudaría bastante entre: su belleza arquitectonica, el trazado de sus calles, su iglesia y torre, sus huertos, su aire limpio y puro, e incluso algunos hablan de la energia natural que se crea en la zona, o sus senderos, o sus paisajes... con razón esta declarado Patrimonio Historico Artistico y Bien de Interés Cultural. No obstante personalmente me quedo con su luz, con el color de su cielo, con su color.
Estaría muchas horas hablando de Valdelarco y podria resultar para muchos hasta, digamos, empalagoso, creo que lo mejor sera que todos lo comprobeis con vuestros propios ojos y cada uno sentirá sus sensaciones.