Qué ver en Palos De La Frontera

Palos de la Frontera, asentado en la ribera del Tinto a escasos kilómetros de la capital onubense, es un pueblo muy activo. Pionero en la industrialización provincial, sus habitantes se dedican mayoritariamente al cultivo de su famoso Fresón, que se exporta a gran parte de la Comunidad Económica Europea.

Pero Palos, bella población con clara vocación marinera, es sobre todo la Cuna del Descubrimiento de América. En su Monasterio de La Rábida, Colón encontró hospitalidad y apoyo. Cuando su ánimo desfallecía, los franciscanos intercedieron por él ante la Corona y le pusieron en contacto con los marinos palermos, que, encabezados por su lïder Martín Alonso Pinzón, una Casa Museo informa sobre tan ilustre personaje, fueron sin lugar a dudas los verdaderos artífices del hallazgo del Nuevo Mundo.


De este transcendental acontacimiento histórico, se conservan en nuestro término algunas reliquias que constituyen un rico patrimonio histórico y cultural, incrementado con importantes infraestructuras en el V Centenario del Descubrimiento de América.
El Palos actual, bien urbanizado y cuidado, ofrece un aspecto hermoso y alegre. Si a todo lo dicho unimos la benignidad de su clima, la luminosidad de sus despejados cielos y sus amplias y tranquilas playas, no nos extrañará que esta historica Ciudad haya obtenido prestiogiosos premios turísticos. No obstante, el viajero de hoy encontrará, como el de antaño, que lo mejor de estas tierras es la acogedora hospitalidad de sus gentes.
La Iglesia de San Jorge forma un bello conjunto arquitectónico junto con las blancas casas que se elevan sobre una pequeña loma. Esta histórica iglesia está construida en estilo gótico-mudéjar y su puerta ojival es popularmente cono cida como "de los novios"

Adosada a ella se hallan los restos del Castillo de Palos. En su nivel inferior se sitúa la Fontanilla, brocal de origen romano donde se abastecieron de agua las naves que partieron hacia América.


Junto a la población, lugares con encanto impregnados de la gran aventura americana, esperan al visitante. La Rábida, Monasterio Franciscano donde Cristobal Colón preparó el viaje a las Indias que culminó con el Descubrimiento de América, se ubica en un parque botánico, enmedio de un entorno de paz, luz y silencio. Desde sus ventanas se aprecia, allá abajo, la maravillosa vista de la desembocadura del Tinto, el Embarcadero de la Reina, el Foro Iberoamericano de la Rábida o el Muelle-Museo de las Caravelas.