Qué ver en Pozo De Almoguera

En El Pozo de Almoguera se dan la mano dos de las comarcas naturales más características de la Baja Castilla: la Alcarria y la Mancha, y de una y de otra, casi por igual, participa de manera sensible, no sólo en su aspecto exterior, sino también en el carácter, en el alma incluso de los que viven allí. Es pueblo calatravo, de ancha y luminosa Calle Mayor, con la torre blanca, reciente, sin época ni estilo que la defina, de su iglesia de San Martín, ya casi a la salida.

La plaza del pueblo se abre a la mitad, a mano derecha. Es una placita cuadrada y de poca superficie. En medio de la plaza hay una farola ornamental muy bonita, y frente a ella algunos edificios nuevos de elegante trazado, como el del Ayuntamiento, con su balcón corrido, sus banderas, y el reloj municipal con campanillo que marca la hora exacta.

Hace algo más de un siglo, varios de los vecinos de El Pozo se dedicaban al porte de carbón y a la trajinería por los pueblos de la comarca, incluso por Madrid, según indica en su famoso Diccionario Geográfico don Pascual Madoz. Hoy, sólo los más viejos del lugar tienen referencia de aquella actividad laboral de sus antepasados. La vida ha cambiado mucho durante el siglo que ahora acaba. La iglesia, como ya se dijo, está a la salida del pueblo, frente al jardinillo o plazuela que dicen de la Cruz. La torre, aunque retocada también, es anterior en el tiempo al resto del edificio. El interior resulta oscuro; apenas recibe luz del exterior por una claraboya que hay por encima del presbiterio. Una imagen de la Inmaculada, otra de San Martín de Tours repartiendo su capa con un mendigo, y un Cristo Crucificado presidiendo la única nave, es cuanto en imaginería cabe destacar en el moderno templo.