Villa construida sobre una pendiente escalonada, adquiere un atractivo trazado, típicamente árabe, de callejuelas y callejones estrechos y pendientes. El castillo árabe se levanta majestuoso sobre sus casas dando sombra a la iglesia de la Encarnación, construida tras la reconquista, de estilo renacentista y declarada Monumento Nacional.
Encaramada a la Sierra de Parapando y asomada a la vega y a las llanuras meridionales, Illora mantiene sus costumbres rurales e invita a la práctica de deportes en la naturaleza; senderismo, bicicleta de montaña, parapente y acampadas. Su cocina tradicional de recetas antiguas y sencillas nos deleitan con el remojón, los pucheros con salsa de almendra o la tortilla de collejas.
Volveremos en la feria 8 de octubre.