Qué ver en Mollo

Muy cerca de la frontera con Francia y en plenos Pirineos gerundenses, el paisaje de este pueblo es el aquel que pudieras imaginar mientras lees un libre con aventuras en la montaña. En un entorno silencioso, amenizado por el cantar de los pájaros y en el que el color verde es el más absoluto protagonista, podrás encontrar todo lo que vas buscando. Actualmente se encuentra habitado por 350 personas, un número que ha ido descendiendo considerablemente desde que a comienzos del siglo XX tuviera casi 1.000 personas residiendo en el término municipal de Mollo.

Entre los lugares de mayor interés del pueblo se encuentra la Iglesia románica de Santa Cecilia, perteneciente al siglo X.

En el interior del pueblo se encuentra una entidad local menor, Espinavell, que celebra sus fiestas principales en el mes de agosto con todo tipo de actividades.

Su situación, a lo alto de una colina permite que se puedan contemplar las casas e iglesias de los pueblos vecinos. En su interior además puedes encontrar otros espacios de hermosa belleza como la capilla de San Sebastián, el Ayuntamiento o la Font Vella.

En 1990 se llevó a cabo un ambicioso plan de repoblación, con la ejecución del plan Parcial Can Gassiot.