Su iglesia-Catedral de Santa María de Betancuria, edificada originariamente en estilo gótico-normando, sufrió diversos ataques por parte de Xabán Arraez, destruyendo la edificación hasta el punto que sólo se conserva el primer tramo de la torre del campanario y las basas de las columnas de la construcción primigenia. En 1620 los habitantes reconstruyeron la actual Iglesia-Catredal de tres naves.
Destaca de su interior el retablo de la segunda mitad del siglo XVII, el rico artesonado mozárabe, especialmente el de la sacristía, así como el coro y el baptisterio. Llama especialmente la atención la disposición del suelo, toda vez que se trata de antiguos enterramientos.