Qué ver en Villamayor De Santiago

Villa manchega situada al suroeste de la provincia, al sur de Tarancón, y cuyo término ya es limítrofe con la provincia de Toledo.

En la población se cruzan varias carreteras locales con dirección a todos los municipios de La Mancha conquense, toledana y ciudadrealeña.

Es un pueblo de gran extensión, con profusión de edificios palaciales y casas señoriales que provienen de la concentración de comendadores de la Orden de Santiago que habitaron aquí en los siglos XVI y XVII.

Hasta el siglo XV era una de las siete villas dependientes de la de Villaverde, que, al ser abandonada por una epidemia de peste, en el siglo XVI, favoreció el poblamiento de Villamayor, posteriormente denominada de Santiago, por depender toda esta zona de la Orden.

Dentro de su conjunto urbano, destaca la Plaza Mayor, compuesta por edificios de gran calidad. En sus días de apogeo tuvo recinto amurallado, del cual sólo queda un baluarte junto a la calle del Pósito.

La estructura urbana es de origen medieval, pero con claros rasgos renacentistas. Tiene una calle en forma de espiral, la calle de las Monjas, que une los principales espacios urbanos, pero al tener una topografía accidentada no se convierte en eje importante, mientras que otras calles, de no tanta antigüedad, Montera, Mayor o Campoamor, sí cumplen esa función estructural.

Otros espacios de interés son la plaza del Arrabal, la de Domínguez y, muy especialmente, la del Cementerio, cerrada por un conjunto de arquitectura popular muy unitario.

La Plaza Mayor es de forma irregular y está cerrada por el Ayuntamiento, el palacio de los Comendadores, la iglesia y otro palacio más; como elemento de importancia, en su centro hay un templete de música, aunque no cubierta.

Esta plaza es muy interesante por su relación con otros espacios adyacentes, especialmente la calle de Montera y la plaza del Cementerio, que funciona a modo de atrio de la iglesia.

Al estar emplazada en la parte más elevada del pueblo, a través de los huecos de las calles se divisan todos los entornos paisajísticos que lo rodean.

Junto a la población, en la carretera de Pozorrubio, se encuentra la fábrica de harinas, edificio exento, con un cuerpo central más alto (tres pisos) y dos laterales más bajos (un piso), y sistematización horizontal y vertical de huecos. Construido en ladrillo, constituye un ejemplo del estilo de los años treinta.

Dentro ya del casco urbano, encontramos ejemplos interesantes de edificación civil en la casa señorial del siglo XVII, en la calle de Montera, con puerta adintelada enmarcada por moldura circular mixtilínea, y sobre ella, cornisa de bastante vuelo bajo el alero; la posada, que ocupa los números 4 y 6 de la calle Cruz, también del siglo XVII, edificio situado entre medianerías, de planta irregular, con gran portalón de carruajes y patio interior, y que sigue dedicándose a su uso original; y el Ayuntamiento, construcción de estilo renacentista, del siglo XVI, con soportales de arcos de medio punto sobre columnas, y que se integra perfectamente en el conjunto de la Plaza Mayor.

Otras tres interesantes muestras de arquitectura civil son La Tercia, llamada Casa de la Encomienda popularmente, construida en el siglo XVI, y situada en la plaza de Domínguez, llamada, también popularmente, plaza de La Tercia.

Es un edificio exento, de planta rectangular, con contrafuerte en cada esquina; arco de medio punto como puerta de entrada y tres plantas, con diversos huecos en la primera, balcones en la segunda y huecos cuadrados en la tercera.

En el número 25 de la calle de Montera se encuentra otra casa señorial del siglo XVII, situada entre medianeras, de planta rectangular con patio interior y dos alturas, puerta adintelada en arcada con un alfiz y una distribución irregular de huecos en fachada, y sillarejo en cerramiento.

Finalmente, el palacio de los Comendadores, del siglo XVII, constituye un elemento primordial del conjunto de la Plaza Mayor donde se encuentra. Era una mansión fortificada que pertenecía a la Orden de Santiago. Es un edificio de forma rectangular, con una planta más buhardilla, cerramiento de mampostería y cubierta a cuatro aguas. Cuenta en la fachada con una notable sistematización de los huecos: puerta adintelada y dos ventanas a cada lado, y sobre el tejado se abren tres huecos cuadrados de buhardilla.
Cuenta esta población con dos importantes edificios religiosos, una ermita y la iglesia parroquial, la primera fuera del pueblo, y la segunda en el interior del casco urbano.

La ermita de Santiago, que se encuentra en el vecino despoblado de Villaverde, se comenzó a construir en el siglo XVI, pero cuando sobrevino la peste el pueblo fue abandonado, trasladándose todos los habitantes a Villamayor, dejando la iglesia incompleta. La construcción se detuvo cuando sólo existía el crucero y el ábside renacentista. Está cubierta por bóveda de crucería, con un nervado de soberbias proporciones. El ábside es hexagonal, cubierto también con bóveda de nervios, y su orden es apilastrado. Recientemente ha sufrido la construcción de un remate, sustitutorio de la nave, totalmente desafortunado. El volumen exterior de la iglesia es un valioso elemento paisajístico.

También destaca la Iglesia parroquial de la Asunción