Qué ver en Quintanar Del Rey

Se remonta al periodo del llamado "Bronce de La Mancha" de cuya fecha tan temprana se han hallado restos arqueológicos en el Cerro del Cuco o la Coronilla y que están fechados en una antigüedad de 3.500 años aproximadamente.

Después de estos yacimientos, no se encuentran más testimonios hasta los encontrados en la necrópolis de Santa Ana, en plena edad media (siglo XV), donde se ubica hoy la ermita del mismo nombre.

Quintanar nace como la mayoría de los pueblos de esta zona en la Edad Media. Solo dos pueblos de esta parte de la provincia tienen suficiente importancia para pervivir, son Iniesta y Alarcón. Ambos fueron, poco a poco, creando aldeas para compensar el gran crecimiento demográfico que entonces había. De este modo surge Villanueva de la Jara como aldea de Alarcón en el siglo XV. A finales de este siglo, Villanueva hace una petición a los Reyes Católicos Para independizarse de éste, petición que le es concedida. Así crea sus propias aldeas y una de ellas fue Quintanar. A mediados de l Siglo XVI Quintanar ya tenía unos 2000 habitantes, y era una aldea demasiado grande para seguir siéndolo. Una población de estas dimensiones, ya necesitaba tener unas autoridades propias que resolvieran sus problemas sin tener que ir a Jara de la que le separaba una distancia grande y penosa, sobre todo en invierno para hacerla en las condiciones de aquella época.

Por eso Quintanar solicita al Rey, en ese momento Felipe II, su independencia de la Jara. Este le fue concedida a través de una "Carta Privilegio" del citado Rey.

A través de esta carta se le entrega algo imprescindible para que pudiera gozar de autonomía, y es que las tierras comunales de la Jara las aprovecharan conjuntamente esta y Quintanar. En la misma carta se les concedía que tuviesen sus propias autoridades para regir su vida: alcalde, algüaciles, regidores, mayordomos, etc..., y todos los oficiales que fueran costumbre del Marquesado de Villena donde está enclavado.

La vida de Quintanar, como la de casi todos los pueblos castellanos, gira en torno a la agricultura y la ganadería, aunque los habitantes de los siglos anteriores no trabajaran para ellos mismos sino para algún amo que rea propietario.

Así de los 450 vecinos que tenía el pueblo en el siglo XVI, 60 eran propietarios y el resto jornaleros y pastores. Entonces solo los propietarios y e hidalgos eran los que vivían bien. En Quintanar había 36 casa hidalgas: Hernando de Alracón, Diego Pérez de Oviedo y Juan de Garay. De esta última se sabe muy poco, pues posiblemente emigró. Es probable que los apellidos de Alarcón y Oviedo tan abundantes en Quintanar provengan de las familias anteriores y que de ellas sean las dos únicas casa que se conservan en el pueblo en la actualidad.

A finales del siglo XVI, Quintanar sufrió una importante pérdida debido a la emigración que generaba la pobreza anteriormente expuesta y a la guerra de Granada, donde murieron muchos quintañeros.