La artesanía de las provincias castellano-manchegas, como Las Labores, está estrechamente ligada a su utilidad en las labores del campo y en la vida rural doméstica. Pero poco a poco ha ido evolucionando hacia una función suntuaria, experimentando además una considerable revitalización.
En la capital, la artesanía se halla representada en los sectores textil, especialmente encaje de bolillos y textiles de alto bajo lizo, la talla de madera, las fibras vegetales, el cuero y la cerámica.