Restos de su pasado ibérico se encuentran en las ruinas de la montaña del Puig (poblado ibérico). Sus orígenes más fiables se remontan al 29 de septiembre de 1241, cuando le fue concedida su Carta Puebla. Fue D. Raimundo de Alós el fundador de la ciudad, recibidas las tierras del rey D. Jaume I El Conquistador. En el s.XIV aparece ya amurallada por la Orden del Temple. En el s.XVI se amplía la ciudad gracias a la gran actividad comercial y naviera. En 1540 se le concede el título de Villa. La Reina Isabel II en 1862 le concedió el título de "Muy Noble y Leal Villa", por el apoyo dado en las Guerras Carlistas. Y en 1881 recibió del Rey Alfonso XII el título de Ciudad.