Qué ver en Reinosa

El término municipal de Reinosa es uno de los más pequeños de España. Está situado en el centro geográfico del valle de Campóo, en la unión de los principales ríos del valle (Ebro, Híjar e Izarilla) y de las principales vías de comunicación que cruzan el territorio, lo que ha favorecido la instalación de numerosas fábricas y talleres en la zona.

La ciudad de Reinosa, capital y único centro urbano de la comarca cántabra de Campóo, es eminentemente industrial con predominio del sector metalúrgico y siderúrgico. A pesar de ser una zona industrial nos encontramos ante un enclave de gran belleza paisajística que, gracias a la creación de la estación de invierno de Alto Campoo, ha encontrado en el turismo una gran fuente de riqueza. Actualmente Reinosa es una ciudad moderna y acogedora, con gran diversidad de ofertas tanto culturales, como gastronómicas o deportivas.

Entre los numerosos monumentos de interés a destacar en la zona mencionaremos la Iglesia parroquial de San Sebastián, del siglo XVI, que fue declarada Monumento de Interés Local en 1982. También destaca La Casona, un edificio de 1778, objeto de una popular leyenda por la que también se conoce como “la casa de la niña de oro”, en la que cuentan cómo el dueño de la casa, viendo a su hija enfema, prometió dar a la iglesia la cantidad de oro equivalente al peso de la hija, en caso de que ésta se recuperase de su enfermedad. Cerca de la iglesia merece asimismo atención la Plaza Mayor, que conserva algunos edificios del siglo XVI.

Algunas de las excursiones a los alrededores que despiertan más interés entre los visitantes son: las ruinas de la ciudad romana de Juilóbriga , el nacimiento del río Ebro en Fontibre, el Santuario de Nuestra Señora de Montesclaros, la colegiata románica de Cervatos, el Castillo de Argüeso y, la ya mencionada, estación de esquí-montaña de Alto Campóo.

Además es una zona de mucha tradición como puede comprobarse en las numerosas fiestas celebradas a lo largo del año de las que destacamos: las Marzas, celebración de la llegada de la primavera, en la que se cantan coplas en demanda de obsequios, cuyo primer verso dice “Marzo florido, seas bienvenido”; la feria de Santiago, con concursos de bolos y la típica romería de la ermita de Santa Ana; la fiesta de los Campanos, celebrada en Abiada; la fiesta de San Mateo y el día de Campóo, declarada de interés turístico, y una de las manifestaciones folklóricas más destacadas de Cantabria.

Pero sin duda uno de los mayores atractivos recae en las obras de repostería, como son las pantortillas, las rosquillas del Ebro, los hojaldres, las empanadas, el arroz con leche,etc. El origen de la pantorrilla según las palabras de Ignacio Iglesias Roldán, confitero ya fallecido, tuvo lugar por casualidad de la mano de Nicanor García, industrial panadero, que al manipular la masa preparada de una torta de pan descubrió lo que después sería el producto de confitería más conocido de Reinosa.