Qué ver en Villar Del Pedroso
El núcleo se sitúa a una altitud de 497 m. sobre el nivel del mar, y cuenta con un término municipal en el que el 25 por 100 de los terrenos se sitúan por encima de los 700 m. de altitud, y el 50,6 por 100 en niveles del 20 por 100 de pendiente. Los principales cursos de agua son el río Tajo y el arroyo del Pedroso. El substrato litológico, de edad paleozoica, está integrado principalmente por pizarras y cuarcitas. Los suelos disponen de una profundidad muy escasa y presentan un elevado grado de acidez, siendo pues poco apropiados para la práctica de la agricultua.
El clima es de tipo mediterráneo. Las precipitaciones alcanzan un registro medio anual de tan sólo 474 mm. con motivo de su posición a sotavento de las principales elevaciones de las Villuercas. La estación más lluviosa es la invernal (171 mm.) y la más seca la estival (35 mm.) La temperatura media anual es de 15,9ºC. El mes más frío es diciembre, con 7,2ºC y el más caluroso julio, con 26,1ºC.
El municipio cuenta con una tasa de actividad del 26,7 por 100. La actividad más importante es la agraria ya que a ella se dedica el 46,7 por 100 de la población activa. El sector industrial únicamente emplea al 6,2 por 100 de los activos; la construcción al 17,3 por 100 y los servicios al 30 por 100 restante.
Dentro del sector agrario, la actividad dominante es la ganadera de tal modo que las tierras labradas únicamente representan el 22,7 por 100 de la Superficie Agraria Útil. A su vez, la mayor parte de los terrenos de labor está ocupada por cultivos herbáceos.
La estructura de la empresa agraria muestra una clara atomización y fraccionamiento. El 56,6 por 100 de las explotaciones tiene menos de 10 ha.; el 27,7 por 100 entre 10 y 50 ha.; un 6,2 por 100 entre 50 y 100 y un 9,5 por 100 tiene más de 100 ha. En lo que respecta al fraccionamiento de la empresa agraria, existe una media de 9,7 parcelas por explotación.
El municipio cuenta con un censo ganadero de 1.877 Unidades de Ganado Mayor, repartidas por especies así: vacuno, 968; ovino, 437; caprino, 322 y porcino, 150.
La iglesia parroquial de San Pedro es un edificio de planta rectangular y tres naves, la central más ancha, divididas en tres tramos por arcos apuntados y cubiertas por bóvedas de terceletes y con acceso al presbiterio también en arco apuntado. El material constructivo es el sillar de granito. La cabecera tiene planta poligonal y se cubre con bóveda de crucería. El inmueble tiene dos portadas, una abierta en arco de medio punto y la otra en arco carpanel. La cronología del templo es muy amplia, entre el siglo XV y el XVIII. Su interior conserva importantes piezas de interés, dos retablos del s. XVIII decorados con azulejos talaveranos; uno del XVII en la epístola que cobija cinco lienzos de la misma centuria; un lienzo con el Crucificado del s. XVII; dos tablas que representan a Santo Tomás y San Pedro, del XVI; y, sobre todo, su retablo mayor, del XVI.
