Qué ver en Villamiel

El término municipal se extiende por las estribaciones meridionales del Sistema Central y presenta un relieve de netas características serranas (el 30 por 100 presenta pendientes superiores al 20 por 100). Los puntos culminantes se localizan en las sierras de Albilla, Cachaza y Santa Olalla, en el monte Jalama y en los cerros Barrito, Blanco y Garduño.

Sus condiciones termopluviométricas responden a un clima de tipo mediterráneo donde la irregularidad anual e interanual de las precipitaciones y la amplitud del período árido son las notas dominantes. No obstante, la altitud de la zona y su posición occidental dentro del conjunto extremeño introducen claras modificaciones termopluviométricas. Las precipitaciones alcanzan un volumen medio anual de 1.152 mm. que se recogen principalmente en invierno (397 mm.), en tanto que en verano, por el contrario, apenas se reciben 74 mm. La temperatura media anual alcanza 14,2ºC. El mes más frío es diciembre, con 7,2ºC y el más cálido julio con 23ºC.

Pese a las limitaciones agrológicas, la economía municipal depende casi exclusivamente del desarrollo de la agricultura y la ganadería. A dichas actividades se dedica el 72,4 por 100 de los activos, en tanto que la industria únicamente absorbe al 7,2 por 100, la construcción al 6,7 por 100 y los servicios al 13,7 por 100 restante.

La estructura de la empresa agraria muestra un claro predominio de las de menor tamaño. De las 254 explotaciones censadas en 1982, el 86,2 por 100 tenían menos de 10 ha., un 11 por 100 entre 10 y 50 ha. y sólo un 2,8 por 100 superaba el umbral de las 50 ha. La superficie cultivada únicamente representa el 20,7 por 100 del total, y está ocupada en un 86,1 por olivar. El resto de la superficie agraria municipal está destinada a pastoreo del ganado. La cabaña pecuaria está integrada por el equivalente a 1.880 Unidades de Ganado Mayor. La especie dominante es la vacuna (73,9 por 100), seguida por la ovina (18,3), porcina (4,1) y caprina (3,7 por 100).

De algunas posibles villas romanas situadas en las fincas Navas del Rey, Sepulcro del Moro y La Berenguilla de este término municipal, proceden varias inscripciones romanas publicadas por Berjano en la Revista de Extremadura.