El término se sitúa entre el piedemonte del Sistema Central, al norte, y la Sierra de Garrapata (580 metros) al sur. Es fundamentalmente llano, por cuanto que las mayores extensiones se localizan en la depresión de Moraleja (río Arrago), individualizada y separada por un umbral más elevado de la depresión de Coria (río Alagón). La red fluvial está conformada por el río Arrago, que delimita toda su frontera oriental y por la rivera de Gata, afluente del anterior.
El clima es mediterráneo subtropical, con matices de clima de deprensión en verano, y suavizado en invierno por las penetraciones templadas y húmedas del Atlántico. La temperatura media anual es de 17,6º. Los inviernos suelen ser relativamente suaves, con una temperatura media de 9,5º. El verano es seco y caluroso, con medias que llegan a los 26,7º. La precipitación anual se sitúa en los 654,2 mm.
La formación vegetal autóctona es del tipo durilignosa, con un bosque esclerófilo mediterráneo conformado por la encina, junto a otras espcies que componen el matorral.
La tasa de actividad se sitúa en el 49,3 por 100. En la dedicación sectorial de la población activa puede apreciarse la importancia del sector agrario (49,5 por 100), resultado de una economía productiva de regadío, y del sector servicios (28,8), por trartarse de un centro urbano comarcal conjuntamente con la vecina Coria. Ambos sectores se complementan con la industria, fundamentalmente agroalimentaria (9,7 por 100), y con el subsector de la construcción (12).
Las favorables condiciones topográficas, la profundidad y la productividad de los suelos y las disponibilidades de agua para el riego, han permitido una agricultura intensiva de regadío, al mismo tiempo que una total deforestación (8,7 por 100 de superficie forestal). La tierra labrada representa el 47,4 por 100 del término municipal. De estas tierras el 96,7 por 100 están en regadío, con una dedicación casi exclusiva a los herbáceos. El olivar es residual, pues sólo cuenta con el 0,2 por 100. La ganadería alcanza valores no despreciables (cerca de 5.000 cabezas).
El resultado de esta economía es el crecimiento de la población, el dinamismo demográfico y elevadas rentas.
El edificio más representativo de Moraleja, desde el punto de vista artístico, es la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Piedad. Es una construcción renacentista a base de mampostería y sillares en los contrafuertes y en la torre.
Presenta un interior muy remozado, con nave rectangular con cuatro tramos, con cubierta moderna, y ábside recto con bóveda de crucería simple. La obra original se conserva en la torre de tres cuerpos separados por imposta corrida, tiene una artística escalera de caracol, con núcleo central y bóveda de crucería con terceletes en el tercer cuerpo. (J.A.R.R.)
Pero a pesar de todo los niños siguen siendo nuestra alegria y que no nos falten y que sigamos oyendo sus risas y sus llantos.
Y Moraleja tambien sigue con ese encanto que no se puede describir, por lo menos yo no se, pero que se siente al hablar con sus gentes y pasear por sus calles