Qué ver en Escurial

Con una altitud media de 319 metros sobre el nivel del mar, el municipio cuenta con un relieve típico de penillanura, cuya monotonía únicamente se ve alterada por algunos cerros, como el de la Cabeza y la Horca, y por la Sierra de San Cristóbal.
El material litológico predominante es el granito, cuya descomposición da lugar a suelos arenosos, muy permeables, ácidos y con escasa capacidad para retener la humedad.
El clima, de tipo mediterráneo, está caracterizado por la escasez e irregularidad de las precipitaciones, así como por el contraste estacional de las temperaturas. La temperatura media anual es de 17º. El mes más frío es diciembre (7,8º) y el más caluroso julio (27,9º). Las precipitaciones alcanzan un registro medio anual de 575 mm. La estación más lluviosa es el invierno (219 mm.) y la más seca el verano (31). En primavera y otoño se registran, respectivamente, 180 y 154 mm.


La tasa de actividad es de un 27 por 100. La distribución por sectores de la población activa muestra el sobredimensionamiento del sector agrario (68,9 por 100 de la población activa) y la escasa relevancia de la industria (1,8), la construcción (5,7) y los servicios (23,6).
La ganadería es la actividad más importante del municipio. La superficie pastable representa el 76,2 por 100 de la Superficie Agraria Útil del municipio. El censo ganadero asciende a 7.592 cabezas de ganado, de las cuales 933 son de la especie vacuna, 6.200 de la ovina, 95 de la caprina, 186 de la porcina y 178 de la equina. Las tierras de labor suman 2.347 hactáreas (23,8 por 100 de la SAU), y están dedicadas en su mayor parte a la producción de cultivos herbáceos (2.100 Ha.).
Al margen de la actividad agraria, el resto cuenta con 24 licencias fiscales. Dos de ellas son industriales, veinte se encuendran en el sector del comercio y hostelería y dos son de transportes y comunicaciones. (A.P.D.)


Destaca en la población su Iglesia Parroquial dedicada a La Asunción. Se trata de un templo gótico del siglo XVI realizado en mampostería con sillares en portadas y contrafuertes. En el exterior destaca la puerta de los pies, formada por un arco de medio punto con jambas cajeadas y remate en bolas, y la torre parroquial, de dos cuerpos, con un vano en cada frente para las campanas. El interior es de una sola nave, cuenta con dos tramos y presbiterio. Están separados los tramos por arcos apuntados, todos los espacios se cubren con bóveda de crucería estrellada. Cuenta el templo con un grupo de retablitos situados en los laterales. Unos son clasicistas, de principios del siglo XVII, y otros barrocos, del XVIII. Destaca el retablo mayor, de principios del siglo XVII. Está organizado en dos cuerpos y remate, dividido en tres calles; los laterales, con pinturas, y la central con esculturas. Lo más interesante es una imagen del Cristo del Desamparo, de fines del siglo XVII; de ella se ha indicado tanto filiación andaluza como madrileña.