Qué ver en Casar De Caceres

Situado en la parte más baja de una llanura, suavemente inclinada al N., y rodeado desde este punto al O y S, por una loma. El término se extiende por la Penillanura cacereña entre los 350 y 400 m., con suaves ondulaciones destacando entre ellas la Peña Rayo (411 m.), Jarilla, Peñas de la Atalaya, etc. Fácilmente dividido por el núcleo, el suelo es granítico, con ampilos arenales, canchales y piedras berroqueñas, con vocación ganadera. Al E. aparecen las pizarras, con tierras arcillosas, llanas y bastante apropiadas para las roturaciones para cereales. Los arroyos que circulan por el término son los de Villaluengo, Aldea y San Caín, como principales, perteneciendo todos a la cuenca del Río Almonte. Las fracturaciones del granito y las infiltraciones de las arenas, provocan la aparición de numerosas charcas y pozos. En varias de ellas se cría la tenca. Las medias de las precipitaciones anuales superan los 500 mms. Es la zona más árida de la región, destacando los meses invernales, con máxima en enero (85 mm.). En los meses de julio y agosto las precipitaciones son mínimas (4,4 mm.). Las temperaturas medias anuales son de 16,7º C, con enero como mes más frío (8,4º C) y julio el más cálido (27,3º C). La evapotranspiración potencial es muy elevada (971,3 mms.).


El 99,4 por 100 de la superficie cultivada, es de secano. Destacando el olivo aceite, la avena y la sandía. En el sector ganadero existe un predominio del bovino con 3541 U.G., de un total de 4054. La tasa de población activa es del 40,6 por 100, una de las más elevadas de la región. Con gran implantación de los sectores de la construcción y servicios con el 33,4 y 36,5 por 100 respectivamente, sobre el agrícola que posee el 24,1 por 100, uno de los más bajos de la región. La presencia cercana de Cáceres provoca la utilización del núcleo como lugar de dormitorio y de instalación de empresas que influye en los datos. Aparecen 5 empresas minero-químicas, 25 de la construcción, 13 de manufacturas, 3 de comercio-hostelería y 6 de transformación de metales.


Aldea que a partir del siglo XVI comenzó a formar término propio. Su población absoluta creció muy poco durante el siglo XIX, unos 800 hab. entre 1787 y 1897, año en que contaba con 4445 hab. La agricultura -cereales, vino y aceite- constituyó desde el pasado la dedicación principal de sus habitantes. La ganadería lanar y vacuna alcanzó cierta importancia, así como la fabricación de curtidos, sobre todo zapatos, y la elaboración de vinos y aguardientes. Con una numerosa población asalariada, pronto comenzaron fuertes tensiones sociales. En febrero de 1912 se creó una sociedad de socorros mutuos, llamada La Fraternidad Cristiana que en 1924 tenía 35 socios, y en enero de 1981 quedaba constituida una sociedad obrera, La Obra Social, que en 1920 contaba con 223 socios. Durante la Segunda República estallaron fuertes tensiones sociales, sobre todo en 1933, cuando se produjeron numerosas agresiones y ataques a la propiedad. En julio de 1936, triunfante el levantamiento militar en la capital, el destino del Casar fue decidido de inmediato. (J.S.A.)
Sobre un primitivo templo de sencilla arquitectura y estilo gótico (datable h. el s. XIV y del que persiste, aunque modificada, la parte del hastial), se construyó, tras su derribo parcial y a finales del s. XVI o comienzos del siguiente, otro de mayores pretensiones con una sola nave, como el primitivo; ábside cerrado por muro poligonal; estructura de sillares de granito de excelente factura, que se cubrió con bóvedas de complicada crucería, según trazas de Pedro de Ibarra, ayudado por Sebastián de Aguirre y otros maestros, sin que el proyecto llegase a su conclusión. Además, destacan en este templo la torre-campanario, que se remata en terraza con balaustrada y flameros, siguiendo el modelo de otras varias de la diócesis de Coria-Cáceres; la sacristía y la capilla de la Vera Cruz, cerrada por una verja de interesante forja (h. 1609); y el retablo mayor, obra del siglo XVII. En él colaboraron varios artistas: los escultores Tomás de la Huerta y Juan Hernández Mostazo, el pintor Pedro de Córdoba, el dorador Juan Carrasco y el ensamblador Juan Sánchez.
En el casco urbano de esta población existen cuatro ermitas, una en cada uno de los puntos cardinales, dedicadas a Santiago, S. Bartolomé, los Mártires y la Soledad. La arquitectura de todas elas responde a modelos populares, aunque muy modificadas por reformas posteriores que en buena parte las han desvirtuado.