Qué ver en Alia

Municipio de la provincia de Cáceres, situada a 39º25´de latitud y 5º12´de longitud. Alía se ubica a 582 metros de altitud sobre el nivel del mar. La superficie de su término municipal oscila en torno a los 502,15 kilómetros cuadrados y tenía una densidad de población en 1986 de 3,4 habitantes por kilómetro cuadrado. En 1960 Alía poseía tres barrios, La Calera, a 2,5 kilómetros del núcleo, con 857 habitantes; Pantano de Cíjara, a 8,3 km., con 302 residentes; y Puerto Rey. Otros caseríos importantes son San Juan y Almansa. Dista de la capital de la provincia 145 kilómetros. Pertenece al área comercial de Talavera de la Reina.

La villa está situada sobre una colina, en el centro de otros cerros más altos (Cervales, 1.441 metros, etcétera), que la dominan a manera de semicírculo por el noreste y el oeste. Cruzan el término los ríos Guadalupejo y Guadarranque en dirección norte-sur. Cercano al sur se encuentra el embalse de Cíjara, sobre el río Guadiana.
El terreno es muy abrupto, con numerosas sierras. Destacan las de Altamira, con las alturas de Conveniencia (999 metros), Fuente Sana (1.009), Risco de las Moras (1.271), Riscos Altos (1.316), Risco de la Palduera (1.321) y Risco del Telégrafo (1.441).

El sector agrario es el más importante de los productivos. La tasa de actividad se situaba en 1986 en el 37,2 por 100, representando el sector agrícola el 61,4 por 100. Los servicios aparecían con el 22,7 por 100, en segundo lugar. La construcción es un sector que proporciona importante mano de obra en el término, con el 13,8 por 100. La industria, por último, es minoritaria (1,8 por 100).
La villa es eminentemente agrícola, con cultivos de secano de grandes latifundios. La mayoría de la superficie cultivada en 1983 se dedicaba a productos de secano (el 99 por 100). Siendo la avena, con el 24,9 por 100 de la superficie, y la cebada, con el 3,7 por 100, los cultivos predominantes. El olivar, 7 por 100 de la superficie, alterna con los paisajes de cercales, con una producción destinada a la obtención de aceite. La presencia de dehesas en el término es predominante. Destaca la ganadería ovina con más del 65,6 por 100 de UG sobre un total del 2.975. En un lugar secundario alternan la ganadería caprina (12 por 100), la bovina (13 por 100) y el porcino (6 por 100). El principal número de explotaciones está en régimen de propiedad, 85 por 100 del término municipal. El número de explotaciones que superan las 100 Ha. (más de 64) es elevado. Terreno muy escabroso por sus quebradas, sierras y valles, que ofrecen agradables perspectivas, unidas al agua del embalse de Cíjara y el verde de los bosques del término. Tiene una fuerte presencia del sector forestal, con numerosas repoblaciones, unidas a importantes actividades deportivas, como la caza y la pesca (L.G.G.).

Situada en el extremo sureste de la provincia, en plenos montes de Toledo, con difíciles comunicaciones, alejada de Cáceres y limítrofe con Badajoz, Toledo y Ciudad Real, Alía fue la única localidad de la provincia de Cáceres que permaneció durante la Guerra Civil en poder de La República. Al producirse el levantamiento militar de 1936, el pueblo siguió la suerte de la provincia, uniéndose al mismo; sin embargo, la aparición en la zona de la Columna Fantasma del capitán Uribarri, hizo que cambiara de manos. Como consecuencia, un buen número de vecinos, a los que se consideraba simpatizantes de la causa nacional, personas de derechas y propietarios en general, fueron asesinados. En el mes de agosto de 1938 fue ocupado por las tropas nacionales en el curso de una operación secundaria llevada a cabo por el Ejército del Centro, que culminó en la conquista de la Bolsa de la Serena. Comenzó la depuración de responsabilidades. Terminada la guerra, la autoridad militar instruyó diligencias contra los que no lograron escapar del país, y un total de 26 vecinos del pueblo encartados en aquellos sucesos, fueron fusilados en Cáceres entre 1940 y 1942.