Qué ver en Alella

Su ubicación es fantástica tanto para el turismo rural como para disfrutar de la playa y Barcelona en unas vacaciones estivales. Se encuentra en una zona montañosa, pero a su vez tan solo 2 kilómetros separan a la localidad de la costa y 18 de la capital provincial. Por estas condiciones es uno de los lugares más demandados de Barcelona.

Al igual que ocurre con la mayoría de localidades costeras, no solo de Cataluña, sino de toda España, su población ha ido incrementándose considerablemente, en parte gracias al turismo que atrae a viajeros y personas de toda España.

Hasta que el turismo empezó a ser una opción económica fuerte, los lugareños se han dedicado tradicionalmente a la agricultura, sobre todo a la producción vinícola. De ahí que el vino producido en esta tierra haya logrado su propia Denominación de Origen Alella. Pero también la producción de flores ha sido siempre una actividad practicada por los habitantes de Alella.

¿Por qué visitar este pueblo? Por la cultura, la historia y el rico patrimonio arquitectónico que se puede encontrar. Entre ellos es importante destacar la iglesia de San Félix de Gerona, de estilo románico aunque con algunos cambios posteriores, algunos de ellos pertenecientes al renacimiento.

En cuanto a sus fiestas, destacar las del 1 de agosto, en honor a San Félix y las fiestas de la vendimia de septiembre.