Rodeado de robledales, de una espesa vegetación de ribera de los cauces de los arroyos, sus verdes prados y los huertos de regadío, se encuentra en un emplazamiento privilegiado la localidad de Gilgarcía, al suroeste de la privincia de Ávila. Pertenece a la comarca del Barco de Ávila, formada por los valles del Tormes y del Aravalle. Su belleza paisajística caracterizada por una naturaleza viva y unas vistas panorámicas de la Sierra de Gredos se debe a que forma parte del Parque Natural de la Sierra de Gredos. Esta aldea de origen medieval, formó parte de la historia del Barco de Ávila, integrada en el señorío de Valdecorneja. Gilgarcia puede considerarse como la puerta de entrada al Valle del Jerte, un lugar de belleza increíble conocido la floración de sus cerezos que podrás disfrutar durante el mes de marzo.
De estilo románico y con apariencia austera, encontramos la iglesia de Sebastián. En honor al patrón, se celebran las fiestas de San Sebastián el 20 de agosto en un ambiente envuelto de tradición y romerías que se celebran alegremente con la participación de sus gentes y los viajeros que allí se encuentran.
Gilgarcía se convierte en el escenario perfecto para el turismo rural y de aventura, un lugar donde relajarse y disfrutar de los bellos paisajes que la naturaleza generosa nos ofrece con la mejor cara durante las diferentes épocas del año.
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