El concejo (cuyo nombre proviene de las dos parroquias que lo integran: Santa María de Tameza y Santa Cruz de Yernes) consiguió la municipalidad en 1586, disputándosela primero al Cabildo y luego a Don Alvaro Florez Quiñones. En su relieve se alternan picos destacados, con depresiones, dolinas y simas de gran profundidad. También son características pequeñas charcas en el fondo del valle, así como cavidades.