Qué ver en Agramon
Aunque se conocen restos arqueológicos ibéricos y romanos, es en el siglo XVI cuando se tiene constancia documental de Agramón como villa independiente que pertenece al Marquesado de Villena. Es el Señorío de Agramón que aparece en la obra de Francisco Mateo de Valcárcel, regidor de la ciudad de Murcia.
A mediados del siglo XVIII, Agramón se componía de cuatro casas solamente, con una población entre 16 y 18 habitantes. En esa época, el marqués de Espinardo decide repoblar estas tierras otorgándolas como censo enfiteútico a diferentes labradores, pasando poco a poco a tener una población que superó los 275 habitantes.
En el siglo XIX, concretamente en el año 1826, Agramón pasó a depender de la provincia de Murcia. La fecha en la que se extinguió como señorío no es conocida. El ultimo dato que se tiene lo aporta un documento fechado en Agramón el año 1894, el cual dice que Agramón había dejado de ser villa independiente en 1842, año en que se incorpora a Hellín, es de suponer que por la desaparición del señorío.
Actualmente Agramón pertenece a Hellín (Albacete). Tiene una población de mil habitantes que igual que otros pueblos de España se ve aumentada considerablemente en fechas puntuales (Semana Santa, Navidades y Fiestas Patronales). Entonces llegan los que tuvieron que emigrar o los jóvenes que estudian fuera.
En la localidad, la mayor actividad económica está relacionada con el sector agrario, en especial con el cultivo de la vid y el olivo, sin olvidar el aprovechamiento de la rica vega del río Mundo.
Se carece de industria al desaparecer la del esparto. Hoy en día la población se ha estabilizado, cesando la emigración y experimentándose un aumento de habitantes como lo indica el auge de la construcción. La gastronomía es una mezcla de la castellano-manchega y la murciana. Un buen ejemplo es el arroz y el conejo con caracoles serranos, el zarangollo, el pisto gazpacho manchego y las migas ruleras y blandas. Entre sus liestas destacan: el Belén de Navidad y los villancicos agramoneros, su centenaria Semana Santa, el día de la Cruz (3 de mayo), y las flestas de agosto dedicadas al patrón, San Joaquín.
